KARST DEL PORRACOLINA

KARST DE UDÍAS

29 enero 2024

 

AGRADECIDA VISITA                                               27-01-2024




Amanece un día brumoso y al poco brillaba el sol en un invierno seco, el viento sur se come la poca nieve que ha caído. Al parecer este día se nos han arrimado varias compañeras/os de distintos clubs, Manolo (Abrigu), Lucía (Ozono), África y Arturo (Proteus) y Marcos (Trasmiera). Los habituales nos frotábamos las manos con todo el material con el que íbamos a cargar a todos éstos hasta el sector de exploración, no es un precio excesivo por conocer un lugar diferente y hacer buenas migas.



Mientras Pelos y yo recogíamos el material en el local, Marta y Fredo acompañaban a nuestros apreciados colaboradores/as. Una vez pertrechados en Sel de Haya, nos introducimos en la mina hasta llegar a Tierra Seca, donde un grupo de tres exploradores, que tenían que salir un poco antes, se quedo con parte de material para instalar un posible atajo hasta la punta de exploración, los demás continuamos el paso por el meandro Rejos desfondado en casi todo su camino y por el meandro Rabas mayormente agaterado de suelo arenoso, los nuevos en el lugar se sorprendían gratamente al ver las salteadas plantaciones de flores de yeso que hay por todo el trayecto.



U
na vez llegados a la sala Castellum muy fosilizada, salpicada con vetas de yeso por paredes, techos y suelos, haciendo que el polvo en suspensión se mantenga presente por estas galerías. Descargamos el resto del material e hicimos una pausa para comer, entre tantos nos llevó casi tres horas llegar.



F
ormamos otro grupo de tres, que se dedicó a topografiar algunas incógnitas entre la galería Rabas y galería Chipirones. Pelos les oriento inicialmente y luego se vino con Marcos y conmigo que nos fuimos a instalar pasamanos al meandro Tentirujo con rumbo a Los Coborros, él estuvo haciendo la topo de los ramales de dicho meandro.





Dadas las ocho nos recogimos, dejando pendiente labores por terminar. Por el camino de retorno se visitó el pozo Peñamonteros o pozo del Madroño, tras diez horas de cueva subir las rampas de mina Hermosa terminan siendo la guinda del día. Una vez fuera pasadas las once nos planteamos bajar a Cabezón de la Sal, a ver si encontrábamos algún sitio donde nos sirvieran de cenar, afortunadamente así fue y pudimos llenar nuestros vacíos estómagos. Después nos despedimos entre sonrisas.


22 enero 2024

 

ALFAR                                                            20-01-2024





Seguimos explorando en torco Culina en varias incursiones y con diversos compañeros/as, largas labores de instalación (horizontales y verticales) y desobstrucción con resultados poco deseados, siendo una cavidad en buena parte fósil, la aprovechamos para ir los días de lluvia, días que disponemos poco tiempo…



La galería Salaenos ya está revisada de principio a fin, en esta última ocasión nos hemos metido en el sector Nutela, después de pasar por una sala de grandes bloques e instalar un pasamanos de quince metros, nos encontramos con una gatera de unos tres metros conteniendo un suelo de barro compacto, por la cual solo logramos pasar Pelos y yo, dimos a una galería corta que termina en un lado con un pocito de 12m y en su fondo una pequeña galería de suelo poligonal de barro duro, donde podías pisar sin dejar huella y observar bonitas formaciones en su techo.



Volviendo otra vez a la galeriuca corta, hayamos otra gatera empinadilla de unos 10m, también de suelo con barro compactado, por la cual se apreciaba una notable salida de aire, lo que nos indujo a venir este sábado a rascar dichas gateras. Ya que en esta ocasión Marta se quedó en la entrada con piqueta en mano intentando hacer hueco.




Tras volver este último sábado, mientras Pelos se encargaba de la segunda gatera, Jara y Marcos atacaban el inicio de la primera y yo el extremo opuesto. Para eliminar este barro utilizamos diversos utensilios espátulas de hojas duras, pequeña sierra manual de jardinería, piqueta y un fino cordino con asideros. El cordino una vez introducido en el barro nos ayudaba a extraer buenas lajas de barro, lo que facilitaba la labor. Y entre laminas, lajas y tochos de barro al cabo de dos horas largas logramos comunicar los extremos. Buena parte del barro extraído lo iba introduciendo en un pequeño hoyo que tenía al lado, el barro era bastante maleable y en tal cantidad el sueño de cualquier alfarero, y me hice un sillón que utilicé luego para comer.



Después del tentenpie me metí en la segunda gatera y en su final el pecho se me quedaba encajado, así que solo pasó Pelos, la verdad allí no había sitio para revolverse dos personas, topografió lo poco que pudo porque la gatera aunque ganaba en altura perdía en su ancho, hasta tal punto que la estrechez se hacía inaccesible.



Y con las mismas desinstalamos todo y nos largamos a tomar algo a la Gloria, un bar centenario de Canales.