26 julio 2011

CUEVAS, SENDEROS Y BARRANCOS: Riega del Muro de Peñallana. (Apertura)

CUEVAS, SENDEROS Y BARRANCOS: Riega del Muro de Peñallana. (Apertura)

Crónica de Alicia Humara



No se cuantas veces habíamos visto esta riega, y no recuerdo las innumerables veces que nos habíamos propuesto su apertura. Y por fin, después de tanto tiempo, nos decidimos a equipar esta riega, situada en el Puerto de Estacas de Trueba.
El plan del día era que un grupo fuese a abrir el barranco, mientras otros irían más tarde para hacer la travesía en todoterreno del túnel de La Engaña, situado próximo al barranco, y posteriormente juntarnos para preparar una jugosa barbacoa.
El grupo de apertura (Monica, Jesus, David, Azucena, Carlos y yo) quedamos en Sarón para comprar la comida de la barbacoa y así dar tiempo a Carlos a que durmiera un poco más, pues había salido a las 6 de la mañana de currar. Una vez hecha la compra, y ya todos los aperturistas juntos, nos dirigimos hacia la Vega de Pas, para luego tomar camino del Puerto de Estacas. Después de pasar el punto kilométrico 6, a unos 300 metros nos encontramos con un pequeño ensanchamiento a la derecha en donde podemos dejar el primer vehículo. Pocos metros más adelante nos encontraremos con el último rapel del barranco y comprobamos que tan solo corría un hilo de agua . Seguimos subiendo el puerto entre la espesa niebla, que seguramente nos iba a chafar las vistas, hasta que superado el kilómetro 10 y antes del 11, hay una curva muy cerrada a la derecha y protegida por un muro, en donde poder dejar el segundo coche. Nos cambiamos y nos dirigimos hacia la rampa de hierba que hay detrás del muro, comenzamos a bajar por ella, y como estaba muy resbaladiza, pues nada mejor que echar el culo al suelo. Después de unos resaltes llegamos al primer rapel, sacamos el material de instalación, y al dar Carlos unos martillazos para comprobar la resistencia de la roca, se queda con el mango del martillo en la mano. Eso nos pasa por haber olvidado el martillo de espitar en casa, y tener que usar uno de carpintero. Solventado este problema y otro que nos causó una broca que hacia el agujero más grande, bajamos este rapel de unos 22 metros. David y yo nos adelantamos para seguir con la instalación, mientras Carlos asegura a Azu, pues es su tercer barranco (anteriormente había descendido Navedo y Sil de Perlas - Valporquero) y a Monica (tan solo había descendido el Navedo). Una vez superado este obstáculo ya estamos en la riega principal.

 

Seguimos instalando, pero hemos cambiado la broca por una con una cabeza más pequeña, y ahora va mucho mejor. Seguimos descendiendo y los rapeles son más seguidos, sin tiempos muertos. A Monica y Azu los rapeles que más les gustan son los que tienen volao. Los del túnel nos han llamado por el walkie talkie, y nos dicen que han llegado y se van a dar el paseo por el túnel.
La niebla poco a poco va desapareciendo y nos deja ver lo que tenemos a nuestro alrededor, la carretera esta cada vez más cerca, y ahora con la aparición del sol nos entra un poco de sofoco. Apenas tenemos unas pequeñas pozas en donde poder aliviar el calor. Llegamos a una cascada, en cuya base hay gran cantidad de plantas de menta, dejando un aroma muy agradable. A esta cascada la llamaremos "de la Menta".

 

Nos llama el otro grupo, diciendo que ya han salido y que desde el camino de acceso a la estación de Yera, se oye el taladro y "a mi". ¡No lo creo!
Entramos en la parte final del barranco y sin dudas la mas vertical y bonita. Cinco rapeles que nos dejan en la carretera, unos metros por encima del primer coche. Me vienen a buscar los compañeros que están abajo para subirme a buscar la furgoneta, bajar la comida, y así ganar algo de tiempo mientras el resto del grupo acaba de bajar el barranco. Vuelvo al aparcamiento de salida de la riega para cambiarme y bajar ya con el resto del grupo hacia la estación de Yera. Cuando nos aproximamos ya vemos el humo de la barbacoa. Nos han preparado la mesa, en donde nos acomodamos y tomamos unos refrigerios mientras esperamos que salgan las primeras viandas. Así pasaremos unas cuantas horas, hasta que nuestros estómagos dicen que ya no les cabe ni un gramo más. ¡Que duro es esto del barranquismo!

 

Este barranco me ha sorprendido muy gratamente. Con 14 rapeles en total, y sin apenas tiempo de aproximación y retorno (con dos coches), sería muy recomendable el descenderlo al principio de primavera o después de época de lluvias, pues el barranco con agua ganará mucho.

Crónica: Alicia

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