Bustablado 28 de Agosto de 2010

Sábado 28 de agosto de 2010, el verano se estaba acabando y aprovechamos para hacer una incursión en Urbío al nivel activo. Quedamos Qra, Manu y yo tarde, y entramos más aun, fuimos bajando, pasamos el meandro y fuimos hacia la galería "Los mosaicos", Manu dedicó un buen rato a encontrar el paso por un laminar, mientras, qra y yo hacíamos unas trepadas por unas diaclasas encontrando pasos en principio sin interés. Al rato volvía Manu para llevarnos por el camino. El suelo era de barro cuarteado y muy chulo, pasamos por el mismo camino para estropear lo menos posible, tras un rato llegamos a una salita, donde esperábamos, mientras Manu buscaba la gatera al meandro del nivel activo “Las cotorras”. Al mismo tiempo me puse a explorar un laminar bastante estrecho donde no podía girar la cabeza, al fondo parecía que se habría, al llegar a rastras al final, no entraba para pasar al otro lado, donde los ruidos rebotaban en las paredes de una galería, rápidamente pedí el martillo y empecé a quitar barro y piedras para pasar, tras una media hora, conseguí pasar al otro lado empujándome qra por los pies, y sí, había galería, pero estaba pisada por Fonso y Sergio que eran los únicos que habían estado aquí antes que nosotros, le dije a Manu que buscara el paso por el otro lado, al rato veía la luz por otro laminar más alto, pasé y contemplé con Manu una galería con un techo no muy alto, de suelo concrecionado de color marrón por donde corría un pequeño riachuelo serpenteando con apenas agua, adornado con estalagmitas y techos con estalactitas, decidimos no pasar hasta sacar fotos para no estropearlo, hoy era el primer día que no llevaba cámara… Volvimos a juntarnos con Qra, y allí mismo comimos, después, encontramos la gatera que nos llevaba al meandro las cotorras, y tras una destrepada metimos los pies en agua y dejamos una cuerda arriba para subir a la vuelta. Decidimos empezar a topografiar río abajo dirección N, pero se empezaba a agaterar mucho, hasta tal punto que Qra y yo nos metimos enteros. Así que decidimos posponerlo y tiramos en la otra dirección hacia el SB2, donde hacía unas semanas Fonso y Sergio se había quedado a unos 40m del sumidero. Empezamos a topografiar toda la zona, se habrían chimeneas y ventanas colgadas, llevando acabo muchas trepadas. En una de ellas encontramos un nivel fósil a unos 10 o 15 metros del nivel del río, con gurs y macarrones blanquecinos transparentes de metro y medio, que hoy se quedó sin topografiar. Seguimos topografiando río arriba encontrándonos con un sapo, ramas, hierbas, hasta que al fin llegamos al sifón de donde surgía el agua del sumidero SB2, hicimos muchas trepadas por esa zona, (mientras Qra intentaba encontrarse entre el caos de bloques), pero hubo una que era la más interesante, era un caos de piedras donde se iban poniendo verdes cuanta más altura subíamos, y el aire subía entre ellas con una fuerza importante, estaba claro que habíamos llegado al sumidero. Ahora qra intentaba encontrar su saca entre el caos de bloques. Por hoy el trabajo estaba hecho, estábamos mojados, cansados y con una buena topo, así que decidimos salir hacia la superficie.

Al salir paramos como siempre a tomar algo al bar del pueblo donde nos recibían de buen gusto y con historias… Entre ellas nos contaron una con la que nos reímos un montón, contaban que habían perdido un perro que se había caído a una sima y que estaba vivo, así que se reunieron para rescatarle, llevaron "cordel y cinturones", decidieron quien iba a bajar, y le amarraron y le fueron bajando, pero resulta que tenía miedo a la oscuridad, así que les dijo que se le subieran que se le estaba soltando el cinturón y cuando llegó arriba les dijo que el no bajaba, así que le dijeron a un chaval:

- Tú, pa’ bajo

El chaval decía que no, así que le cogieron le amarraron y para abajo. Y decía el que lo contaba:

- Os acordáis como chillaba cuando le bajábamos?? Encima para nada porque después el perro se murió…

Mientras lo contaba no parábamos de reírnos con la historia, de echo cuando nos íbamos en la furgo, seguíamos descojonándonos con ella… Una gente encantadora...