31 marzo 2011

Barranco Foz de Arangas


Barranco Foz de Arangas, por Juan Carlos Alonso

Este pasado sábado, nos desplazábamos hasta Asturias, más concretamente a la localidad Cabraliega de Arangas, donde realizaríamos el descenso de su foz. Esta actividad de descenso de barranco, no estaba en principio incluida en la XXIV edición del curso de iniciación a la espeleología, pero se ofrecía la posibilidad a los cursillistas interesados de que descubrieran esta actividad. 


Como viene siendo habitual quedamos en Puente San Miguel, para luego ir hasta Unquera a recoger los neoprenos que utilizarían los cursillistas. Una vez con el equipo completo en nuestras manos, nos dirigimos hasta Arenas de Cabrales, en donde nos encontraríamos con Gelu y Lolo (excursillistas y compañeros del 2009), Beatriz y Pablo Solares (presidente de la Federación Asturiana de Espeleología y autor del libro 40 Barrancos de Asturias). Unos cafetitos de rigor y ya para el Barranco. Como es necesaria la combinación de vehículos, nos cambiamos en la salida del barranco, bajo la atenta y extraña mirada de algún vecino del pueblo, con el que entablamos conversación. Una vez preparados subimos a la cabecera del barranco, y poco a poco vamos entrando en él. 

Al principio el barranco decepciona un poco, y no puedes llegar a imaginar cómo se encaja más adelante, hasta el punto de juntarse las paredes y tener que pasar por debajo de ellas. Cuando llegamos al primer resalte, Gelu, Lolo y Pablo, son los que toman los mandos en todas las maniobras de cuerdas, dando seguridad y rapidez a la actividad (en total somos ni más ni menos que ¡15 barranquistas!). Uno tras otro vamos rapelando los distintos obstáculos, hasta salir a una zona abierta del barranco en donde nos tomamos un pequeño descanso y unos refrigerios. Poco después nos espera el plato fuerte del barranco, un rapel bolado de unos 12 metros con ducha incluida, en el que a más de uno soltó un grito de satisfacción o frio…. 

Unos rapeles mas y llegamos al final del barranco, aunque en un pequeño recodo del rio Pablo nos enseña una poza en donde podremos practicar y divertirnos con un salto de unos 7 u 8 metros. Con estos saltos damos por acabada la actividad de barrancos, aunque nos espera otra actividad muy importante: la comida. 

Pablo nos lleva a restaurante en donde nos ponemos a reventar. Unos chupitos para bajar el cabrito y otras viandas y ya de vuelta a casa, con un buen sabor de boca. 

Agredecer a Pablo, Gelu y Lolo todo el trabajo realizado en el barranco, guiándonos de forma magistral. 

Os dejo una muestra de fotos de la actividad.





Más fotografías por Juan

3 comentarios:

  1. y no llovio.

    habrá que repetir.

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  2. Joer Sergio, guapísimas las fotos, qué envidia, lo bien que me lo hubiera pasado con vosotros.
    Un saludo muy gordo y a ver si voy la semana que viene a veros.
    Un abrazo.

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