01 agosto 2011

Picos de Europa. Talibanes y compañeros del metal.


7 DE JULIO.

Una soleada tarde, mochila para una semana en la espalda y unas ganas desmesuradas de noches al raso, pantallazo de la vía láctea a medianoche y rojo amanecer buscando paisajes agrestes y solitarios para tornar durante unos días nuestra extraversión en un comportamiento huraño, y ofrendar nuestros cinco (o más) sentidos al medio natural, Qra y yo comenzamos a caminar con paso firme y ligero hacia el "Jou de los cabrones" pasando por "Vega Urriellu", el tiempo nos acompaña (de momento) y vamos cargados de energía, al día siguiente Sergio y Manu partirán hacia el "Jou de los cabrones" para encontrarse con nosotros. Tras una caminata de dos horas y observar las morrenas, de lo cual ya me había instruido Jara (geógrafa) para la ocasión, le di una pequeña charla con cara de interesante a Qra, el cual añadía más conceptos a mis teorías hasta quedarme sin repertorio, entonces, Qra cae en la cuenta de que ya deberíamos haber encontrado el desvío a "Urriellu", yo no se de lo que me hablaba pues no conocía esa zona, así que saca el mapa, yo utilizo mi ojo avizor y vislumbro el hotel de Áliva en el amplio valle glaciar, habíamos comenzado a andar en dirección perpendicular a nuestro destino, así que sin más demora decidimos retornar a nuestro punto de partida y comenzar de nuevo...
Volvimos a ver morrenas y todo lo que habíamos visto a la ida desde otra perspectiva. Al llegar al coche, decidí ponerme las playeras, lo que agradó a mis pies y articulaciones. Merendamos pan integral con mermelada y unas naranjas y emprendimos de nuevo el camino. Ahora el paisaje era diferente, pasábamos a través de un valle con abundantes árboles, abundaban los robles y los verdes pastos, al rato llegábamos al "Refugio la Terenosa" donde rellenamos nuestros
"camelbak" y comíamos un pequeño bocata de chocolate negro, charlamos un rato con el guarda argentino del refugio que nos informaba que aun nos quedaban un par de horas, todo esto a las 21:00, quizás algo más con nuestro bastimento, pero, ¿quién dijo miedo?. Seguimos andando, ya con menos ritmo y con ayuda de isostar, en uno de los tramos estrechos les vaques nos cortaban el paso, por un lado nos tiraban hacia una ladera bastante escarpada, y por el otro nos aplastaban contra la pared, así que fuimos pasando poco a poco pegados a la pared, mientras ellas pasaban asustadas, yo pensaba:
- ¿que podríamos hacer un par de personas contra un rebaño de vacas?
Los toros son más listos, y luchan por el respeto, los humanos somos tramposos, estos animales son mucho más poderosos, podrían ser los reyes del monte si se organizaran.
Cuando estas reflexiones banales acabaron, las vacas habían desaparecido, y Qra me comentaba
que detrás de una de estas dobleces del camino aparecía imponente el "Pico Urriellu", al cual nunca me había personado y me inyectaba cierta excitación por sus antecedentes en la escalada.

Seguimos el camino, ahora más poco a poco mirando al suelo, que era lo único que se podía ver, la niebla se nos había echado encima y además comenzaba a anochecer. Tras un rato avanzando por el camino, a unos metros entre la niebla aparecía una figura de un animal que tras avanzar unos pasos resultó ser un lobo, nunca había visto uno, solo en la tele, me pareció una pasada, apenas me dio tiempo a avisar a cura cuando comenzó a correr perdiéndose en la bruma y no lo volvimos a ver. También vimos un ratón que se ponía a dos patas y nos miraba sin turbación ninguna, y varias salamandras de colores llamativos recorrían el suelo. Ahora el terreno se ponía mucho más empinado, ya estábamos bastante cansados, la noche se nos había echado encima,
apenas veíamos el camino y al poco escuchamos un perro, lo cual nos alegró bastante, ya que por un momento pensamos que nos habíamos desviado del camino por el tiempo que estábamos tardando, al poco vimos una luz del refugio y nos pusimos los frontales para buscar un vivac. A pesar de ser bastante evidentes, nos costó un poco ya que la niebla dispersaba toda la luz de los frontales y no se veía nada. Una vez acurrucados, nos pusimos a cenar caliennnnnnnnnte. La niebla mojaba bastante con el poco viento que corría, así que Qra se puso la funda vivac y yo puse con unas piedras la manta térmica por encima.
A media noche, mis párpados superiores se elevaron y los inferiores descendieron a la misma velocidad que los superiores se elevaban, mis ojos bajaron hasta la posición habitual y mis pupilas graduaron la cantidad de luz que dejaron entrar a la retina para interpretar los estímulos luminosos en un inmenso mar de estrellas en la palpable lobreguez de la noche, esta misma luz de la vía láctea dibujaba una silueta de un sombrío Urriellu, llamé a Qra el cual est
aba también despierto y vigilante, en el siguiente parpadeo, rojo amanecer, el sombrío Urriellu ahora tenía color, siguiente parpadeo 11:00 de la mañana...

8 DE JULIO

Tras un soberbio desayuno decidimos emprender de nuevo el camino hacia cabrones, a estas horas cabía la posibilidad de que Manu y Sergio ya nos habrían ad
elantado. Mientras subíamos a "La brecha de los cazadores" mirábamos hacia el camino, hasta que les encontramos mordiéndonos los talones, continuamos juntos ahora hasta la "Horcada arenera" donde se nos planteaban dos rutas, una bien marcada en el mapa que daba un poco de rodeo, u otra menos marcada pero que parecía ir más directo, tras comer un poco de chocolate, continuamos por la primera opción, bordeando unos hoyos hasta llegar a una pequeña garganta que descendía por una pedrera hasta el "Jou de los cabrones", desde arriba se divisaba el refugio, y comenzamos a bajar. A medio camino echamos un vistazo a una visera que alojaba un par de vivacs por si la cosa se ponía fea, y bajamos directos hasta el refugio.
Al llegar, nos sentamos en una mesa, pedimos unas cerves y nos pu
simos a comer como animales, macarrones con tomate y atún, sardinas, chorizo, chocolate... en un momento habíamos llenado la mesa de comida, también hubo postre vegetal.
Cuando acabamos con todo, buscamos un vivac, dejamos las mochilas, y Sergio nos ilustró sobre la higiene en la montaña, sacó su neceser con sus cositas, su toalla y se fue a la fuente a asearse, y no solo cara y manos, como aquel que lleva una semana en la montaña con un sol de justicia, se puso en pelotas y se bañó de arriba a abajo, se lavó los dientes detenidamente y las cejas yo creo que se las arregló en la intimidad para que no durara mucho el vacile jeje... Cuando acabó de hacer sus cosas de chico pulcro y los demás dejamos de vacilarle (aunque realmente tampoco fuese mala idea, pero era tarde para retraernos después de la guasa), nos fuimos a husmear por la zona, llegamos a la altura de una pared en la cual se abría un gran agujero descendente, y como aquel que le gusta el tema este de las cuevas, ¿como es eso? ¿espeleología? corrimos a por los frontales jeje, al llegar bajamos y apenas nos adentramos un poco cuando llegamos a un
a zona de bloques por el cual la continuación era vertical, y nos dimos la vuelta, en el suelo había trozos de cordinos y otros imaginamos que de espeleólogos que andarían explorando por ahí. En el lado opuesto se abría una pequeña cueva con un nevero donde los del refugio guardaban cosas cual nevera. Nos dimos la vuelta y volvimos al refugio, y algunos de nosotros subimos hasta "La collada del agua" desde donde se divisaba (bastante mal por la niebla y la morrina) parte de la ruta del cares. Al bajar la morrina empezaba a animarse, y no pintaba nada bien, pero acabó abriendo por el momento. Ya en el vivac, comentábamos como nos íbamos
a repartir los huecos y demás, caían gotas y soplaban ráfagas de viento, la cosa se empezaba a poner "divertida", yo decidí darme una vuelta y buscar algo más resguardado mientras Qra hacía experimentos con la manta térmica, los bastones y unos cordinos, hasta que encontré un sitio que parecía más resguardado, eso a Sergio y a Manu no les importaba, habían venido con una "tienda de campaña" de 15 euros en carrefour,

así que convencí a Qra y nos mudamos. Utilizamos la manta térmica para hacer una especie de tejadillo que nos tapase la cabeza y el cuerpo, mientras que ne las piernas yo usaría un chubasquero y Qra su funda vivac; si si, así de fea se estaba poniendo la cosa... Nos pusimos a cocinar unas sopas y a picar chorizo y otros bajo la manta térmica mientras lloviznaba, acurrucados como dos gatucos, de foto. Al rato paraba y aprovechamos para ponernos en posición. Qra calló redondo, a mi en cambio me estaba costando conciliar el sueño con los ronquidos de Qra, el sonido de la manta térmica cuando la azotaba el viento y pensando en no moverme mucho para que el chubasquero que me había colocado en las piernas no se moviese y acabase mojado en caso de lluvia. A pesar de estar solo con una camiseta y unos cillos me estaba cociendo, sobre todo en las piernas así que decidí apartar el chubasquero, ya que parecía que la cosa estaba mejorando, y si se ponía a llover, lo oiría en la manta térmica que tenía a apenas unos centímetros de mi cara, pero mi plan no fue todo lo brillante que esperaba, y cuando abrí de nuevo los ojos mis piernas estaban mojadas de rodilla para abajo, todo esto amenizado por los ronquidos de Qra que dormía como un angelito, no había pasado media hora y mis piernas estaban secas de nuevo, esta vez decidí dejarme el chubasquero y sacar los brazos para compensar el calor.

9 DE JULIO

El siguiente abrir de ojos pintaban las 7 de la mañana, y caía alguna gota que otra, rápidamente empecé a vestirme y a guardar todo. Manu apareció preguntando que tal había estado la noche, respuesta: PFFFFF
Ellos con su tienda de 15€ habían dormido medianamente bien, ya que entraban muy justos y si se arrimaban a la pared se mojaban, "quéjate" pensaba yo para mí.
Me puse a calentar una sopa de verduras que había sobrado del día anterior, después café despertando a Qra, que estaba contentísimo con su funda vivac, había dormido profundamente y no se había enterado de nada en toda la noche. Hicimos "asamblea", queríamos saber el tiempo a toda costa, el guarda del refugio dijo que venía buen tiempo, pero como cada uno dice una cosa buscábamos cobertura para que alguien nos diera el tiempo de buena tinta, pero no hubo manera, así que íbamos a ir decidiendo sobre la marcha. Comenzamos a subir por una canal muy empinada hasta llegar a la base de un collado en el que conseguimos hacer unas llamadas e informarnos del tiempo, muy a nuestro pesar daban malo ya para esta misma tarde, a sabiendas de lo que acontecía seguíamos emperrados en subir al "Torrecerredo" que ahora se entreveraba entre las aturdidas nubes del momento que por momentos dejaban en la buena parte de la zona en una desconcertante penumbra, el viento nos azotaba con alguna gotas desorientadas, de nuevo "asamblea", era una estupidez subir al pico para ver lo mismo que en una tele sin sintonizar, así que mapa en mano empezaba a barajarse muchas posibilidades cada cual más descabellada e interesante, después de un buen debate se decide pasar por la "Horcada de Don Carlos" y llegar hasta la "Horcada de Caín" donde podríamos tener dependiendo del tiempo dos opciones, Manu y Sergio se marchan poco a poco por el "Hou sin Tierre" mientras Qra y yo hacemos el valiente por el "Hoyo Grande" hasta "Collado Jermoso", o todos bajamos poco a poco. Al final ni una ni otra, de lejos veíamos el collado enriscado allá arriba con nieve, entre nubes negras cada vez más bajas y un viento que remolinaba una débil llovizna lo cual lo hacía muy... ¿atractivo?, pensamos que mejor en otro momento de nuestra vida, a la cual tenemos un cariño especial. Cada vez se cerraban más opciones por el mal tiempo, y decidimos recular y volver a casa tristemente, bordeando el "Hou Cerréu" y el "Neverón de Urriellu" por su lado más septentrional donde seguimos un sendero con partes de pseudo-escalada en adherencia muy divertidas hasta llevarnos al camino que habíamos tomado para ir a cabrones, Manu y yo subimos una pedrera para echar un ojo a una cueva que podíamos utilizar de vivac, estaba bastante bien, e intentamos convencerlos para pasar la noche, pero no cuajó, así que seguimos el camino de vuelta, salió a concurso la idea de desviarnos en "Vega Urriellu" hasta la altura de "Cabaña Verónica" donde había unas cuevas-vivacs, pero se iba desvaneciendo a medida que entrábamos en la niebla cada vez más espesa. Deberíamos haber llegado ya a "La brecha de los cazadores" y por un momento pensamos que nos habíamos desviado, me adelanté un poco hasta llegar a la brecha, y les llamé entre las nieblas. Fuimos bajando hasta el refugio en donde decidimos comer, Qra estaba "indignado" por estar comiendo dentro del refugio entre tanto talibán (aunque aun no sabíamos de la utilización de este epíteto para cierto sector del turismo), pero nosotros, sus compañeros del metal, le disuadimos para comer calentitos en vez de comer zambullidos en lo que antes era una niebla y ahora era una espesa nube en movimiento que dejaba a su paso todo bautizado. Comimos y debatimos sobre todo y nada, salimos a tomar el postre y comenzamos a andar hacia "Pandebano", de repente, Qra entre las nieblas se había parado y murmuraba cada vez más alto, ante un ataque de dignidad ahora promulgaba en voz alta que él había venido para estar siete días en picos y que no se iba a ir para casa, yo me uní a la moción, mientras Manu y Sergio más adelante entre las nieblas murmuraban, más tarde supimos que Manu le decía a Sergio:
- No pares de andar que nos convencen, tira tira.
Pero de poco la valió, ahora discutíamos, Qra proponía quedarnos esa noche en Urriellu y ver que se nos presentaba mañana, Manu decía que ni de coña se quedaba en Urriellu, que en todo caso tiraríamos hacia "Cabaña Verónica" para quedarnos a dormir en las cuevas a resguardo de lo que pudiera caer, tras unos minutos de tensión, comenzábamos a andar por el mismo camino pero en dirección contraria al coche, hacia "Cabaña Verónica", a regañadientes y en silencio entre las nieblas, aquí es donde las siglas del club nos vinieron al pelo (S.C.C. somos como canicones), después sabréis el por qué...
Siguiendo el camino que una vez Manu había hecho hace unos años llegamos sin problemas a un destrepe que lleva al "Hou sin tierre", en este momento escuchamos unas voces entre las nieblas que decían:
-Hola, estamos desorientados.
A nosotros nos parecía que venían del hou, tras indicarles que en dirección a urriellu tenían que subir a la derecha dejamos de escucharles por unos momentos, al rato volvemos a escucharles, y nos damos cuenta de que las voces vienen de arriba no de abajo, de repente, la niebla empieza a disiparse y vemos a tres personas enriscadas en el último peñasco de una pared, les gritamos que no se muevan, y ahora Sergio empezaba a indicarles como bajar, costaba un poco entender como habían llegado allá arriba, de la que estaban llegando al hou en nuestra dirección la niebla volvía,

aquí se dieron prisa por llegar y justo llegaron a donde estábamos, estaban totalmente desorientados, pensaban que habían venido de donde iban a ir, tras un rato para que cogieran aire después del susto, les acompañamos parte del camino hasta dejarles en el camino sin pérdida a apenas media hora de Urriellu, tras despedirnos volvimos a nuestro camino.
Ahora llovía, y había niebla, a ratos se iba la niebla y al momento volvía a venir dejándonos ver la espectacular imagen del "Hou sin tierre", realmente bonito, hablábamos de que a pesar del mal tiempo, las imágenes que percibíamos de los paisajes eran mucho más vivas e impactantes, riscos entre nubes, lluvia mojando toda la roca avivando la gama de colores que con el sol apenas cambia de un gris claro, y por supuesto, la soledad de 4 jodidos de la cabeza que andan con tormenta, niebla, lluvia en a tomar por culo, todo esto conjugado estaba mereciendo la pena. Seguimos caminando pasando la "Garganta los boches" hasta llegar al hou con ese mismo nombre, también impresionante, la lluvia ahora era gorda, y nos encontrábamos en un círculo de paredes y picos con algún collado allá arriba, ahora al menos no había niebla, estuvimos un buen rato mirando los picos intentado identificar el camino que teníamos que seguir, al cabo de un rato seguimos el camino más evidente que nos llevaba tras una caminata hasta el cable-ferrata que subía hasta "Hdos Rojos", llovía sin parar, yo y me imagino que los demás también, tenía las piernas empapadas, llevaba un chubasquero con un gorro bastante ajustado y apenas oía con los golpes de las gotas de la lluvia, de repente oí lo que me pareció unos golpes alejándose, lo primero que pensé es que alguien se había caído pared abajo y miré rápidamente abajo y vi a Sergio con la cara pálida, después miré arriba y estaban Manu y Qra murmurando algo, con el corazón a mil me quité el gorro y pregunté a Sergio que había pasado, me dijo que estaban cayendo truenos. Así que ahí estábamos, mojados, trepando por una pared agarrados a un cable, con un mochilón considerable a 2000 metros, entre las nubes tronando y la lluvia incesante, empezábamos a acelerar la subida y sugerí que nos tranquilizásemos para evitar que pasase algo, ahora subíamos tocando el cable lo menos posible y cabizbajos, poco a poco fuimos llegando al final hasta llegar al collado de "Horcados Rojos" donde no se veía nada y corría mucho viento, aquí tomé la cabeza pues me lo conocía bastante bien, aunque esta zona no tiene pérdida pues es muy transitada y el camino está muy bien marcado. Ahora anochecía, y nos iba a ser imposible encontrar esas cuevas vivac, así que decidimos ir a cabaña verónica a refugiarnos. Llegamos al desvío bien marcado en una piedra, y continuamos, en la oscuridad con niebla muchas siluetas se nos parecían al refugio siendo falsas ilusiones, al rato ya casi en la oscuridad llegamos al refugio llamamos y preguntamos si podíamos pasar, un señor (Jose) muy moreno y de piel curtida, bigote y sentado tranquilamente nos dijo:
- Adelante! dejar la humedad en la entrada y pasar con lo puesto.
Aquí todos resoplamos y nos fuimos presentando, comenzamos uno a uno a ponernos ropa seca, y a bromear, estábamos en un hotel 5 estrellas los 4 compañeros del metal tomando unas cervezas, ¡que más se podía pedir!
Estuvimos charlando un buen rato, hicimos comida caliente en abundancia y decidimos, esta vez sí, que al día siguiente nos volvíamos.

Jose (el guarda) nos relataba muchas de las anécdotas que allí ocurrían y nos explicaba con especial énfasis las actitudes de los talibanes en el entorno, el cual reñía bastante con su perspectiva de la relación entre persona y montaña, también nos decía que había gente que se había llevado un botiquín y creo que la radio y otras cosas, y como la gente entraba con toda la humedad dentro y con los crampones en vez de dejarlo en la entrada, todo lo achacaba a "Los Talibanes" los cuales le enervaban el bigote (no sin razón según contaba). Tras unas chácharas, a eso de las 23:00 después después de aliviar líquidos nos repartimos las camas, a Sergio le tocó arriba, cabía justito, y se tubo que poner un "pasamanos" con unas cuerdas y un bastón por si se caía de la cama, (yo tampoco lo entiendo muy bien), Manu y yo dormimos juntitos debajo de Sergio, debajo Jose y Qra tenía que atravesar un laminador hasta llegar a su hueco del sueño, tras unas risas viendo a Qra arrastrarse caímos todos secos. Abrí los ojos y Manu cantaba en sueños, y al abrirlos otra vez...

10 DE JULIO

Amaneció un día soleado con las nubes a nuestros pies y algunas otras enzarzadas en los picos más altos, rápidamente sacamos todo a la calle a secar y nos pusimos a desayunar, hacía un tiempo más que agradable y costaba ponerse en marcha.

Nos dijeron que hacía malo y empeoraba al día siguiente pero que pasado esto mejoraba. Así que ni nos lo pensamos, cogimos mochilas, nos despedimos de Jose y ahí le dejamos con una horda de talibanes y nosotros fuimos bajando hacia el cable para desviarnos y bajar por Áliva hasta los "Invernales del Texu", ahora sí veíamos las cuevas-vivacs y comentábamos que no las habríamos encontrado ni de coña. Sin más ni menos llegamos al Hotel de Áliva donde nos tomamos una cerveza, Qra nos convenció para tomarla en la calle y todos nos quedamos pajarito, Qra ahora nos intentaba convencer para comer un menú explicándonos minuciosamente lo que ponía y que era y que sabor tenía, ahora no se acordaba del tema Talibán, ¡pero se justificaba diciendo que era la comida del campamento base! jajaj Estuvimos descojonándonos un buen rato hasta que comenzamos a nadar, ahora se sentía indignado porque no le habíamos apoyado y siguió explicándonos lo que nos perdíamos durante toda la morrena, de esta a las "Vegas del toro" y de estas últimas hasta el coche. Una vez aquí, fuimos en mi coche a buscar la furgo de Manu que de forma inteligente había dejado en Pandébano, no como nosotros, que nos comimos dos horas más de ruta, después de chalas del rebelde al lado del río nos fuimos a tomar la de despedida a Camarleña donde comentábamos que no estábamos muy lejos de estar como "putas cabras" (dicho popular entre nosotros extraído del diccionario singular de Qra).
Al rato cada mochuelo a su olivo con sus vivencias.

Los buenos ratos fueron todos, los malos, ¿acaso hubo alguno malo?, quizás momentos más o menos delicados, opiniones distintas sobre que camino tomar, mojaduras y otros factores que no hicieron más que completar 4 días de completísima aventura por nuestros queridos Picos, todo terminó con un abrazo de despedida lo cual engrandece la experiencia, y 5000 puntos de experiencia, quizás a alguno de nosotros nos toque subir de nivel...

P.D. Para quien no haya entendido esto último, dejo un enlace para solventar las dudas http://es.wikipedia.org/wiki/Experiencia_(juegos_de_rol)


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