Manu llevaba proponiendo bastantes días una salida para revisas una cueva que había aparecido arreglando una pista forestal en el Monte Sarria, Valdáliga. Finalmente nos reunimos Luis, Manu y yo el día 10 de junio para visitar la cueva sin mucha esperanza de encontrar nada que mereciera la pena. Al parecer la cueva se conocía desde hacía medio año, cuando el palista que excavaba en la pista abrió una ventana en un talud de caliza. Quedamos con el hombre que nos la iba a mostrar y subimos por una pista forestal durante diez minutos. La boca se encuentra justo en un borde del camino, orientada al noroeste.
Nos cambiamos rápidamente y accedimos a su interior. La primera impresión de la cavidad de bastante amplitud, y en primer plano encuentra bastantes formaciones y espeleotemas. Se desciende por una colada, con pequeños gours, alguna columna y bastantes macarrones en el techo que tenemos encima. Tras descender la primera rampa se llega a una sala de unos 10 m de ancho por 7 de alto, de suelo arenoso en unas zonas, y una costra de calcita en otras zonas que hace que se pise por un firme duro y cristalizado, la parte inferior de este firme es arena. A la derecha según se desciende encontramos un río fosil, también con lecho arenoso. Remontando por este río (aparentemente la continuación lógica de la cavidad, ya que la zona por la que se sume está colmatada) la galería empieza a empequeñecerse, llegando a un fondo de saco agaterado, por el que se atisba una posible continuación, impracticable por el momento ya que necesita de una pequeña desobtrucción. En ningún momento se notan corrientes de aire que denoten un mayor iteres en la cavidad. En otras zonas de la sala existen pequeñas gateras colmatadas e impracticables.
Después de revisar la cavidad, y realizar una topografía de esta, nos retiramos haciendo alguna que otra foto (con el móvil). El nombre de la cavidad es Cueva Estela.
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