22 enero 2024

 

ALFAR                                                            20-01-2024





Seguimos explorando en torco Culina en varias incursiones y con diversos compañeros/as, largas labores de instalación (horizontales y verticales) y desobstrucción con resultados poco deseados, siendo una cavidad en buena parte fósil, la aprovechamos para ir los días de lluvia, días que disponemos poco tiempo…



La galería Salaenos ya está revisada de principio a fin, en esta última ocasión nos hemos metido en el sector Nutela, después de pasar por una sala de grandes bloques e instalar un pasamanos de quince metros, nos encontramos con una gatera de unos tres metros conteniendo un suelo de barro compacto, por la cual solo logramos pasar Pelos y yo, dimos a una galería corta que termina en un lado con un pocito de 12m y en su fondo una pequeña galería de suelo poligonal de barro duro, donde podías pisar sin dejar huella y observar bonitas formaciones en su techo.



Volviendo otra vez a la galeriuca corta, hayamos otra gatera empinadilla de unos 10m, también de suelo con barro compactado, por la cual se apreciaba una notable salida de aire, lo que nos indujo a venir este sábado a rascar dichas gateras. Ya que en esta ocasión Marta se quedó en la entrada con piqueta en mano intentando hacer hueco.




Tras volver este último sábado, mientras Pelos se encargaba de la segunda gatera, Jara y Marcos atacaban el inicio de la primera y yo el extremo opuesto. Para eliminar este barro utilizamos diversos utensilios espátulas de hojas duras, pequeña sierra manual de jardinería, piqueta y un fino cordino con asideros. El cordino una vez introducido en el barro nos ayudaba a extraer buenas lajas de barro, lo que facilitaba la labor. Y entre laminas, lajas y tochos de barro al cabo de dos horas largas logramos comunicar los extremos. Buena parte del barro extraído lo iba introduciendo en un pequeño hoyo que tenía al lado, el barro era bastante maleable y en tal cantidad el sueño de cualquier alfarero, y me hice un sillón que utilicé luego para comer.



Después del tentenpie me metí en la segunda gatera y en su final el pecho se me quedaba encajado, así que solo pasó Pelos, la verdad allí no había sitio para revolverse dos personas, topografió lo poco que pudo porque la gatera aunque ganaba en altura perdía en su ancho, hasta tal punto que la estrechez se hacía inaccesible.



Y con las mismas desinstalamos todo y nos largamos a tomar algo a la Gloria, un bar centenario de Canales.





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