Viernes 10 de diciembre, llego al club con la intención de hacer un buen batallón de guerreros celtas para continuar la desobstrucción en la pared de SB1, ante mi asombro, me encuentro solo ante el peligro, unos no están, otros no pueden, blablá, pero convencí a Fonso para que fuera a las 14:00, hora a la que él salía de trabajar… ole. Tras hacer una ronda de llamadas, Antonio quizás se apuntaba, Ali en Alemania, Carlos currando de tarde etc. Pero encontré un par de guerreros celtas que me ayudarán en la hazaña, Logan y Gorka, amantes de las curiosidades cavernosas, no practicantes habituales, y que bajo la bandera “desobstrucción” llegamos hasta Bustablado con víveres, energías y armas necesarias para enfrentarnos durante todo el día a la tierra y la roca…
Nos cambiamos y bajamos hasta la pared, allí comenzamos a instalar unas poleas para sacar los cubos llenos. Así que comenzamos a trabajar. Las piedras y la tierra rodaban hacia el sumidero cuando llegó Antonio y José (Bustablado). Aquí los trabajos se aceleraron, y se hacían menos cansinos con los turnos. Eran las 3:30 de la tarde y nos pusimos a comer unas buenas alubias, queso, salchichón y otros víveres… Antonio y Jose siguieron trabajando de mientras. Por allí se pasó Iván con su hermano y sus perros a ojear los trabajos realizados, pero no vino con ropa de trabajo. Al rato llegaba Fonso que desbordaba energía, indicativo de que había tenido un día “duro” de trabajo… Y se puso a cavar, al poco rato salieron unos juramentos del agujero, cuando me acerqué, salía Fonso casi volando y tocándose las piernas, se pensó que se había mojado… Al mirar abajo, dos bloques no nos dejaban continuar, y tuvimos que agrandar la entrada para tener mejor maniobra y evitar que lo que se desprendía, nos tapase el trabajo que íbamos realizando. Antonio, con aspecto desmoralizado se marchó. Y allí quedamos José (Bustablado), Fonso, Logan, Gorka y yo, sacando tierra y tierra y más tierra, y cavando y picando y entre medias yo comía.
Al fin llegamos hasta los dos bloques, uno no era demasiado grande, pero el otro bloque debía pesar unos alrededor de los 200 kilos, encajado y en un túnel de 4 metros casi vertical… El primero le sacamos atándole un cordel y tirando, para la segunda tuvimos que taladrarle un par parabolt y montar un polipasto para sacarla, las poleas dejaban mucho que desear, pero al fin, entre Fonso y yo, conseguimos subirla hasta dejarla en el aire, desde un lateral, la atamos al mosquetón y mientras soltábamos cuerda, Logan, Gorka y Jose la desplazaban posándola fuera de la excavación. Intentamos desplazarla para tirarla cuesta abajo, (lo cual se había convertido en deporte oficial, y a pesar de lo que parece, es muy divertido, ¡estáis invitados a probarlo!), pero pesaba demasiado y nosotros estábamos cansados. Ya era de noche, y desinstalamos todo el tinglado, recogimos y fuimos marchando hacia el “Bar romano”, donde tomamos unos refrigerios y comimos una tabla de queso y chorizo por cortesía de la casa.
Los duros trabajos continúan, persiguiendo en todo momento el soplo que nos guía, de nuevo, a exploración de la “Torca Urbío”. Según parece, estamos excavando en lo que fue en su día una gran boca , en la cual hubo un derrumbe y se colapsó. Desde dentro, según lo que recordamos Fonso y yo (los que conocemos esa zona), esta descripción puede llevar a dos zonas de la galería pirelli, una al sector pájara, y otro a mitad de pirelli, en principio todo indica que nos llevará a la pájara, dándonos un acceso muy bueno y en principio, más cómodo.
Comienza la cuenta atrás…
Yo creo que ese Fonso lo que le paso es que se había cagado ahí abajo... Queremos entrar a EXPLORAAAAAR!!!
ResponderEliminarJEjejjaja yo creo lo mismo...
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