07 diciembre 2016

SIMA LLANA DE LA LEN


19-20-21-AGOSTO-2016  SIMA LLANA DE LA LEN (VIVAC).

    Empezamos nuestra andadura en un nuevo sistema con muy buenos pronósticos, en todos los sentidos. Tanto a nivel de exploración,  ya que compartimos la zona con un club nuevo pero con integrantes de mucha experiencia, como a nivel geológico en el que esta zona tiene un potencial enorme. Pero lo que nos ocupa en este artículo es el muestreo e investigación biológica, que tan buenos resultados nos está dando. Aún sin cerrar la investigación en Udías comenzamos aquí con expectación, ya que los pocos escritos sobre la fauna subterránea de esta zona dan muestra de una biodiversidad troglobia diferente de las que estamos acostumbrados.

     Es mi primer vivac y antes de entrar se me plantean muchas dudas. Aunque conozco la Sima hasta el último pozo de acceso al sistema nunca he tenido que pensar en la comida de tantos días, en el saco de dormir apropiado, en muchos detalles que se aprenden sobre la marcha. Así que tengo claro que a pesar de prepararlo mucho habrá cosas que se me olviden, y seguro que llevaré cosas inútiles para hacer más pesada aún mi pobre saca. ¿No se me podía haber ocurrido hacer un vivac antes en plan excursión del cole? Menos mal que a mis años las vivencias me servirán para algo y no es el primer petate que hago.

     Entramos en la Sima hacia las 9 de la mañana y como suponía mi carga es muy pesada. Un descenso complicado con pozos que superan los 100 metros, uno de ellos de 150 metros, gateras estrechas y complicadas, meandros desfondados interminables y alguno con un buen goteo. Una maravilla de la naturaleza, la pista americana perfecta, que quebranta nuestras fuerzas rápidamente, pero entramos frescos y no se nos hace tan duro. El descenso nos llevará hasta el vivac a -500 metros de profundidad. Estamos en la base del pozo de 150 metros con un goteo incesante, un eco que muestra el volumen de la base y una humedad que cala los huesos. Pero este será nuestro hogar por unos días, más vale acostumbrarse.

     Dejamos el material en el vivac para portear solo lo imprescindible para una jornada de exploración, no sin antes sentarnos a comer nuestra primera ración del día a una hora prudencial. Nos dirigimos hacia el sector del Río Arán, descubierto semanas antes, pasando en el camino por el Reino de Poseidón. Esta impresionante galería con un tamaño descomunal que tiene anchuras en algunas zonas de 100 metros y que se sitúa como eje principal de este nuevo sistema. Caminando a través de ella nos salimos por una pequeña galería transversal que nos llevará a la zona en cuestión. El camino desde el vivac es de unas 3 horas, por lo que el día se nos va a hacer eterno. Ya en la zona de exploración nos dividimos las tareas, unos topografiando y otros instalando los pasos por el meandro del río. Hasta que nos encontramos con un pozo en el que el río cae en cascada. Es más grande de lo que esperábamos a esa profundidad y nos quedamos sin cuerda a medio pozo. En la parte superior ya hemos alcanzado los -550 metros de profundidad, así que sobrepasaremos los -600 rápidamente. Ya son las ocho de la tarde y decidimos descansar y merendar algo en el meandro del río. Nos volvemos para el vivac y cuando llegamos nos damos cuenta que la jornada desde que entramos a la sima se ha prolongado ya 16 horas, por hoy nos merecemos un descanso.

En cuanto a fauna subterránea en este primer día se ha podido ver, por el camino en los pozos intermedios, algunas paredes llenas de Zospeum (Caracolillos troglobios de menos de 1 mm), distinguiendo dos tipos distintos, por lo menos en cuanto a tamaño se refiere. También  se ve algún Lithobius a -200 metros de profundidad. Nos llama la atención en el camino hacia el Río Arán algunas telarañas en zonas de -500 metros. Y en el mismo  se observa cerca del  río un Lithobius ciego, blanquecino y de unos 4 centímetros que serpentea tranquilamente por las paredes, supongo que buscando alimento.
Por la noche después de hidratarnos y cenar un buen plato de garbanzos calientes preparamos los sacos de dormir y algunos se echan al catre, mientras otros tenemos que reparar nuestro material machacado por el intenso día. En mi caso he tenido que recoser mi saca desfondada con cordino. Menos mal que a la mañana siguiente podemos dormir un poco más. Es sábado  y el día se presenta más tranquilo, quedamos tres ya que Fredo sale hoy de la Sima por sus quehaceres. Vamos a explorar la galería de paso al Reino de Poseidón, topografiando e instalando todos los pozos y escaladas que nos encontramos por el camino. Es curioso ver el color blanquecino de toda esta zona, muy arenosa y con zonas concrecionadas y fósiles. Después de unas 8 horas hemos pegado un buen repaso a toda la zona y decidimos volver al vivac. Esta será la última noche y nos lo tomamos con tranquilidad, charlando animadamente y reponiendo fuerzas.


     A la mañana siguiente recogemos el material y nos preparamos a salir de la sima. Pelos me pregunta, ¿Estás bien?... Pues sí, la verdad es que he estado silencioso todo el vivac, pero la experiencia ha sido enriquecedora.

Josean

 

 

                    

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