Este sábado no nos apetecía salir muy cansados, así que algunos decidimos no entrar y dedicarnos a desobstruir este agujero. Sergio, Fonso, Jara y yo nos quedamos realizando este trabajo, mientras, Manu y Luis irían a "La Torreta" a desobstruir una gatera a través de la cual se accedía a la cabecera de un pozo que soplaba. Poco puedo decir al respecto, ya que yo estuve afuera, se que no acabaron de desobstruir, ahora vosotros también lo sabéis.
En el mismo momento en el que blandían su martillo golpeando con fuerza y esplendor las entrañas de la Tierra, y ese olor a sedimentos orgánicos entraba por sus orificios nasales, nosotros comenzábamos a meternos por el agujero. Había unos bichos con patas de cangrejo y cuerpo de araña que me quitaban las ganas de entrar.
Decidimos pasar adentro Sergio y yo, mientras Jara y Fonso se encargarían de suministrarnos todo el material necesario a través del agujero. Comenzamos a mover piedras y se abrían huecos por los que podíamos ver la continuación del pozo. Tras un buen rato teníamos una piedra bastante gorda que decidimos romper de un varillazo. Momentos después mis oídos pitaban, una nube de humo se extendía en el agujero y la roca dibujaba una burlona sonrisa. "Menuda mierda", pensábamos. Así que decidimos moverla a huevo, después sonreíamos nosotros. Media hora más tarde estábamos colándonos por otro agujero a través del cual accedíamos a la continuación del pozo, que apenas bajaba 5 metros más y se colmataba con piedras y barro. Nuestro gozo en un pozo.
Una hora después, macarrones con tomate y cosas y el vino con casera llenaban nuestros estómagos. Así que el resultado de la desobstrucción ya os lo podéis imaginar. Antes de empezar a comer nos habíamos planteado entrar con Manu y Luis para echarles una mano. Todo acabó con una pequeña prospección en una arboleda cercana a la Torca sin ningún resultado.
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