09 julio 2014

Dale, empuja, golpea...


El viernes quedé con Joserra y Raquel del “G.E.M.A.” para ir a explorar a Udías, los demás compañeros por una cosa u otra no pudieron venir. El trabajo que tenía en mente era ir a hacer una escalada que tenmos pendiente para alcanzar una galería que se ve colgada a unos 30 o 40 metros. Joserra me llamó y me dijo que llevaba a dos compañeros más, ya éramos 5 para rascar cosas. Quedamos en una cafetería a eso de las 10:00, y allí decidimos cambiar los trabajos, decidimos ir a ojear de nuevo la posibilidad de conexión que hay entre la cueva de la buenita y la de Udías, y después, dar un paseo por las galerías de las columnas e hipnosis. Al llegar no notamos mucho aire en comparación con el corrientón que hay habitualmente, en la calle no había mucha diferencia de temperatura, aun así se notaba.

Primero probamos por un laminador,  quitamos unas piedras que cortaban el paso Ciano picó un poco y Joserra se metió con los pies en plan tuneladora, intentó pasar pero decidió dejarlo para un cuerpo más finito, pasé y salí a una salita y seguí el aire hasta otra estrechez, ésta más severa aunque su morfología se me hizo familiar de haberla visto al otro lado. Decidimos seguir el aire por otro lugar, el caos de bloques, avanzamos a través de ellos y Joserra llegó hasta el punto donde era necesario desobstruir para continuar. El aire ahora se hacía notar más. Para llegar aquí hay que pasar por una zona de bloques que imponen respeto, lo bueno es que no pasas por ellos, lo malo que pasas por debajo aunque aparentemente bien encajados. Así que nos pusimos a retirar las piedras que nos cortaban el paso con ayuda de la superpiqueta de obra que traían ellos. Al principio no entendía bien la versatilidad de esta herramienta para meterla a la cueva, hasta que vi  a Joserra con ella en la mano… Vale para todo, cavar tierra o cantos, picar, hacer palanca… Raquel, Ciano y Fernando hacían de cadena humana cuando nos hacía falta cualquier herramienta.


Haciendo palanca entre los dos conseguimos retirar el último trozo que nos daba paso al otro lado de la estrechez,  le cedí los honores de pasar ya que él había currado más, y tras decirme una de sus perlas Joserra* pasé al otro lado. En un momento se paró el aire y comenzó a circular en sentido contrario, la continuación se hacía clara hacia arriba aunque habría que quitar alguna piedra más. Decidimos volver otro día con un grupo por cada lado para cerciorarnos de la continuación correcta.

Así que recogimos todo el material y nos fuimos de paseo. Cruzamos la galería de las columnas hasta llegar al sendero que sube a Hipnosis, una galería muy bonita con gours y excéntrica. Allí estuvieron echando fotos un largo rato. La galería se balizó al poco de encontrarla y la verdad es que da gusto verla tal y como se encontró el primer día, a los compañeros les pareció un buen sistema de conservación. Al salir fuimos a Bustablado a tomar unos refrigerios y cada mochuelo se fue a su olivo.

Fotos Joserra




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