08 enero 2015

ABANDONO       Manu Alonso    29-XI-14              

Pasado el ecuador en la estación de las cosechas, quedamos para explorar Marta, Josean, Pelos y yo. Aparcamos en Sel de Haya y nos introdujimos hacia el fondo del sistema rumbo noreste.  Ya estuvimos dos días para alcanzar una galería colgada, ahora íbamos a visitarla y a instalar un pasamanos por una colada para acceder a otra posible galería paralela.

Mientras Josean y Pelos subían el pozo e instalaban, Marta y yo nos dedicamos a hacer una serie de fotos, en los gours y formaciones que hay en esa parte de la cavidad. Se encuentra todo pisoteado y marcado por inconscientes  visitantes, incluso en las coladas aparecen pintadas direccionales, en una galería de unos cien metros que apenas ofrece desvíos.

Posteriormente ascendimos a la galería colgada. Nos muestra una gran belleza con diversos espeleotemas, estos materiales no solo tienen una importancia paisajística, también encierran información sobre el pasado geológico y climatológico de los lugares donde se hayan. Pelos y yo ya habíamos marcado una senda inicial y nos dedicamos a seguir las huellas. Josean y Marta se recrearon haciendo fotos. Pelos regresaba recogiendo el pasamanos, el otro lado no merecía la pena.

Nos pusimos los dos a instalar una ventana a corta altura, una vez que estoy en ella, me encuentro con una estrecha galería que a tramos está desfondada y que sencillamente va a lo largo de la galería inferior. Comprobado esto, paramos un ratuco para comer.



Dado que esta galería, de unos cuarenta metros,  no nos ofrecía posibilidad alguna de continuación y encontrándose nuestro club con una gran falta de material,decidimos desinstalarlo todo, para poder seguir explorando en otro sector. Supongo que muchos no se plantearían dejar abandonada una galería de esta calidad fósil, sin embargo serían pocos los que se plantearían invertir varios días de labor para llegar a ella.
Mientras los demás se llevan parte del material para aclararlo debajo de un chorro de agua, me dedico a desinstalar, en el último fraccionamiento tengo la duda de no encontrar los orificios para los roscapiedras, tenía que cambiar las chapas de aluminio por las de hierro. Pelos apareció y me oriento sobre la ubicación. Una vez descendida la pared, recogimos las cuerdas y las aclaramos del barro que había en dicha pared.
Proseguimos por una gatera que aparentemente hay al final del sistema.  Descendimos un pocito de cuatro metros con cascadita incluida, lo que nos dio pie a echar unas risas viendo quién se mojaba más al bajar y al subir.





La cavidad volvía a ensancharse, el suelo escombrado, paredes y techo negros como el azabache. De donde veníamos surgía un aporte de agua limpia, que se juntaba más adelante con el río Subia. Josean se asomó a otear una ventana. Pelos y Marta anduvieron por el río, hasta que hacía falta el neopreno. Revisado esto, nos regresamos.  Y después de más de once horas colorín colorado esto se ha acabado.



Manu Alonso.

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