12-NOVIEMBRE-2016 TORCA PO-153
Una vez más entramos a esta torca, que en
comparación con las otras se nos antoja pequeña, acompañados por nuestro
invitado y colaborador Carlos Prieto de la UPV (Bilbao), especialista en
Zospeum y Opiliones. No es la primera salida con él pero si la primera en esta
nueva zona de exploración.
Después de un breve café en el camping
Lunada, donde nos gusta parar en nuestras quedadas, nos desplazamos hasta la
zona en la que se encuentra la torca.
El día con el insistente chirimiri (calabobos)
resulta incómodo y tristón, pero subimos contentos a través de un precioso
hayedo, pensando en las nuevas sorpresas que nos puede deparar el muestreo.
Se trata de una sima de poco
desarrollo, por lo que su recorrido es
prácticamente vertical, a través de cortos y estrechos pozos. Carlos domina el
desplazamiento por cuerda así que vamos decididos, Josean baja el primero,
seguido Carlos y a continuación yo. El primer pozo de 3 metros se sortea sin problemas.
Es en el segundo pozo, a menos de 10 metros de la calle, donde ya se divisa lo
que veníamos buscando; unos caracoles relativamente grandes si les comparamos
con los micro caracoles zospeum, las Hydrocenas.
En una pared donde hay una costra negra por
la que gotea el agua es donde mejor se les ve, ya que son blanquecinos. Con
concha ovalada, blanquecina transparente que deja ver su interior. Carlos está
contento, son muchas hydrocenas, no pensaba encontrar tantas y tan cerca de la
salida. Observó el hábitat y en comparación a hydrocenas de otra cueva de
Miera, donde sí que las vio en otra ocasión, sacó conclusiones distintas en
cuanto a condiciones de hábitat y demás.
El muestreo también se anima en cuanto a
los opiliones. Josean es quien advierte de un pequeño opilión, no negro sino
grisáceo, pequeño pero con unos largos quelíceros, no se trata de Nemastomella
sino de Sabacon. Un endemismo que Carlos nunca había visto en cueva, se vieron
varios ejemplares de este tipo, ya le tenemos grabado en la retina y no le
confundiremos con el resto de opiliones.
Foto web: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Opiliones,_Dyspnoi,_F._Sabaconidae,_Sabacon_cf._cavicolens_(3680466276).jpg
Alguna pequeña araña es vista en
las paredes, lithobius Descroi, de coloración amarillenta blanquecina,
distintos a los de Udías. Un isópodo terrestre, diplura, un polidésmido y en la base de la sima en un charquito dos
anfípodos que Damia Jaume nos dice que se trata de Pseudoniphargus elongatus.
Colémbolos abundantes y algún
leiodidae, tal vez speocharis. Fueron vistos también larvas de mosquitos en sus
telas mojadas, se diferencian bien para un ojo entrenado del resto de telas de
las arañas. Esta vez nos costó encontrar zospeum.
El avance por la torca es complicado por
las estrecheces en pozos y gateras, pero superamos los últimos pozos y ya nos
da la hora de comer, así que cada uno busca un rincón y prepara sus ricos
manjares. La verdad es que siempre me sorprenden, unos por el bocadillo de
tortilla, también el que lleva pedazos de pizza metidos en el bote estanco y
otros por el tan preparado tupper lleno de comida casera. Una comida rápida y
nos movemos porque con esta humedad nos quedamos fríos enseguida.
Pequeña sima pero con muchas sorpresas, de
las que aprenderemos más sobre especies poco conocidas, tanto en sus costumbres
como en su hábitat. Esperamos que nuestros estudios ayuden a dar un paso
adelante a las preguntas que se plantean.
Marta
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