9-OCTUBRE-2016 TORCA DEL PORRON
No me
aburro ni un instante con mi grupo, creo que les he cogido cariño, aunque hoy
los voy a odiar un poco, jeje. Desde que empecé en la espeleo hace tres años no
suponía que llegaría a vivir aventuras tan emocionantes junto a ellos, en solo
dos que llevo en el grupo he pasado de explorar barrosas cuevas horizontales a
bajar simas de -600 metros. ¡Pero si yo solo quería dar un par de paseos al mes!!
Ya sabéis, con la ropa limpita y sin tener que preocuparme de infernales pozos
y pasamanos de la muerte, y aún no conozco Coventosa. Bueno… ¡y quien quiere
conocerla! Cuando tenga 80 ya pasearé por sus galerías.
¡Hoy me llevan de excursión a la Torca del
Porrón, que ilusión!! Todavía recuerdo el día que Pelos me llamó para ayudarle
a desobstruir la entrada, en buena hora, que conste que él fue el primero en
entrar. Pero esa es una historia que contaré más adelante, ahora vamos a lo que
interesa…
El
descenso continúa durante varias horas en las que aprovechamos para realizar
las fotos iluminando toda esa gran zona.
Casi antes de llegar al final del recorrido
observo paredes llenas de Zospeum, que se distinguen rápidamente por sus
laberínticos dibujos dejados en el barro de la pared. Otra cosa es verlos a
ellos, ya que casi no sobrepasan el milímetro de diámetro.
Una
vez en la base de la torca y ya en la parte final me encuentro otra gigantesca
pared llena de estos micromoluscos. Estoy a -500 y puedo ver algún que otro colémbolo flotando en los pocitos
del goteo, pero son las telas las que me llaman mucho la atención, pues por
comentarios con los especialistas nunca se ha podido ver una tela de una araña
por debajo de los -80 metros.
Y mi duda se resuelve cuando en una de ellas
veo una larva transparente, que al parecer son larvas de mosquitos de una mosca Mycetophilidae.
Foto web, desconocido.
Con
algunos ejemplares en alcohol para su estudio me dirijo para reunirme con mis
compañeros que están terminando sus trabajos de fotografía y desobstrucción en
la nueva zona. Una vez terminado nos espera la gran subida, sabemos que tendremos
que ir en cola con tanta gente, pero subimos animados.
Una torca que promete mucho, que estoy
seguro que dará muchísimo que hablar y una bonita aventura para poder contar a
mis nietos… Ccestos os odio, un poquito solo, jeje.
Josean
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