10 noviembre 2020

UY QUÉ SUEÑO, 35KM.

Hacía mucho tiempo que no escribía una crónica, de hecho ni me acuerdo de la última vez. La organización de la información de las exploraciones puede ser a veces un auténtico coladero de horas, a veces quieres tirar cosas por la ventana, o romper lápices, a veces incluso rompes hojas, pero no romper de tiro de ella en sentidos opuestos desde un mismo punto y la voy rompiendo, si no la cojo de cualquier manera y tiro de ella de forma que suene cuanto más mejor y realizando muchos esparajismos cual bonobo en época de celos.  ¿qué duro soy ehh?

Seguro que te ha pasado, vas hasta donde cristo perdió la chancla y cuando vuelves a casa te das cuenta que la marcaste mal, o que ahora no te aparece la torca, que en tu cabeza iba a ser el bombazo de las exploraciones… Ohhh noooo, la he marcado con un código repetido!!!!! ¡Ahí sí que rompo lápices! A veces me atrevo con bolis, pero hay que ser precavido y saber que lo vas a romper, porque esto es como la norma de supervivencia extrema de solo intentar hacer fuego si sabes que vas a poder hacerlo casi seguro, ya que el intentarlo y no conseguirlo puede ser la perdición para tu instinto de supervivencia. Pero yo voy a lo seguro, los Bic son excelentes por muchas causas, y una de sus cualidades especiales es que lo puedes romper con poco esfuerzo. De todas formas no te confíes, pruébalo un día cualquiera en tu estado normal, ya que si lo pruebas en fase estallido de ira y no lo rompes puedes entrar en furia más asaltos de los deseados y os lo desaconsejo (para los que no habéis jugado nunca a roll os dejo la descripción a través del enlace https://www.rolroyce.com/rol/DDP/PoderesFuriaPF.php )

Cualquiera diría que son malos síntomas, pero nada más lejos de la realidad, cuando hay mucha exploración es normal meter gambazos, a veces no te das cuenta hasta haber pasado años, cuando conectas alguna galería con otra y te das cuenta de que en la topo aparece una en Burgos y otra en El Sardinero.

Así que resumiendo, la espeleología en el ámbito de la exploración/investigación tiene una porción de tiempo asignada semanalmente, imagino que una de las causas por las que no escribo es por dedicar ese tiempo a ordenar datos, mirar topográficos, geológicos, crear hipótesis, acudir a los lugares a observar, explorar generalmente con Josean y Manu en el Karts de Udías, con Ciano, Fredo, Manolo entre otros y los anteriores en Porracolina, hablar con Joserra por teléfono y hacernos miles de pajas mentales cotejando datos, me salva que no suelo  hacer espeleo deportiva, y cuando lo hago siempre con ojo en las cosas interesantes. Así que, ¿qué coño voy a escribir?! Estoy pensando en las memorias de exploración que me quedan 5 días para acabarlas y ya se me están quitando las ganas de seguir con la crónica. Pero voy a ser fuerte, y lo voy a hacer por ti, sí sí, por ti.

 

Habíamos quedado con Qra, y aunque siempre llega tarde le queremos igual, es un tío peculiar, cafetito, cigarrito pim pam, que si saca para acá que si saca para allá, total, que entrabamos sobre las 11:45. La verdad es que entrábamos relajados, sólo íbamos a quitar unas cuerdas de unos accesos que ya no utilizamos y a topografiar algunas incógnitas del Salar, nos faltaban 80 metros para llegar a los 35km y nos hacía ilusión. La primera opción era hacer una circular por Raitanes para retirar un acceso, pero por la hora decidimos volver por el mismo sitio y bajar en doble. Por el camino al Salar nos encontramos una cuerda que nos vino genial para bajar en doble.

Nos dirigimos al final de la G. de la Piqueta, lo que presumiblemente podía ser un conducto antiguo que viniera del Hoyo Pilurgo para aportar la captación de esa zona del Karst al eje principal de la cueva. Tras realizar una observación nos dimos cuenta de que estaba formada a favor de una falla, por la que descendía algúna sima. Tras prospectar posteriormente, la falla es visible también en el exterior. 

Una vez realizada la observación nos metimos a topografiar un conducto de un pequeño riachuelo que desciende sobre una fina capa de arenisca, Qra avanza delante abriendo camino mientras Josean y yo topografiábamos. Al llegar al “final” no vi a Qra, pero sí le oía, no sé cómo con lo grande que es se pudo meter por esa fisura, debió ser esa arcilla mojada y pegajosa de 5cm de espesor la que actuó de lubricante sobre su buzo y aparatos facilitándole su deslizamiento. Al ir a salir todavía le quedaba visible alguna parte del buzo, pero una vez salió, joder qué risa! teníais que verlo, no se distinguía si llevaba arnés o no, estuve una media hora riéndome y otras tres o cuatro horas riéndome por dentro para no perder su amistad…

Ya era la hora de comer, así que buscamos un lugar más o menos confortable y comimos.

Al subir al Salar nos dimos cuenta de que la cuerda tenía una buena flor y no era de nuestro paso, desde aquí pedimos por favor que se respete el material instalado de exploración, que es nuestra pasta y nuestras vidas las que están ahí, por otro lado damos las gracias a los que han respetado las balizaciones, las galerías en general se pueden ver como el primer día gracias a ello. 

Llegamos al final del Salar, a Qra le entró el sueño y se echó a dormir, le puse la mantita térmica por encima para que no se quedase frío, pobrecito le habíamos hecho levantarse a las 9:00 de la “madrugada”, a quién se le ocurre…

Josean y yo nos pusimos a topografiar unas gateras en la misma salita donde dormía Qra, y después una serie de conductos pequeños ascendentes confluían con otros y aquello era como un queso gruyere (sí, he mirado en google cómo se escribe gruyere, tú, list@), Qra empezaba a despertarse cuando le iban cayendo piedritas, así que le dijimos que cambiara de bedroom. 

Fuimos dejando puntos para topografiar otros conductos, casi todos de 3 m. Mientras seguíamos ascendiendo, a un momento tras apartar una piedra conseguimos salir a una zona de sala desfondada donde se veía al otro lado lo que parecía una galería con colada y formaciones, hacía 5 años que estuve allí pero no lo recordaba. 



Pero ese día estábamos a tope y estábamos tan sembrados que no trajimos ni la cuerda que había por el camino, así que me encaramé como pude siguiendo unas pisadas y conseguí pasar al otro lado, al llegar, ahí estaban mis discretas pisadas de hacía unos años, evitando destruir la bonita galería que se cerraba al poco. Fui haciendo la topo mientras le pasaba los datos por bluetooth al móvil de Josean, al volver me di cuenta de que me parecía prácticamente imposible pasar por el mismo lugar, así que con ayuda de Josean y de la topo me fue indicando qué zona de la topo quedaba más cercana ya que se podía cavar algún conducto para conectar con la zona donde él estaba. Tras un buen rato encontré un sitio porque el que no me atreví a pasar por lo estrecho que era, y al encontrar el siguiente sitio limpiando los bloques inestables tapé la salida que era descendente. Así que volví donde antes con la caruca de quien va pedir disculpas por haber hecho algo mal, porque una opción era que fueran a por una cuerda de alguna instalación ya que yo tenía claro que no iba a pasar por el mismo sitio. Finalmente, entre unas coladas conseguí colarme por unas estrecheces y con ayuda de Josean puse los pies en la tierra. Qra ya andaba por ahí despierto, y nos pusimos a comer un poco que ya era la hora de marchar. Poco a poco fuimos saliendo y llegamos a los coches a las 21:00.

Habíamos hecho algo menos de 200 metros, por lo que la Cueva de Udías ya sobrepasaba los 35Km, más de 180 cavidades marcadas y para este 2021 nuevas sorpresas…


Adrián Fernández (Pelos)

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