07 noviembre 2010

Bustablado 5 de noviembre de 2010, adiós coche

Viernes 5 de noviembre, habíamos quedado Luis y yo a las 5:00pm en Bustablado para atacar la galería de la pájara, que según la topo tenía una chimenea con una trepada sencilla que llegaba muy cerca de un lapiaz en la superficie con la esperanza de encontrar otra forma de entrar en vez de pasar por debajo de ese coche que veíamos día a día encajonado en la cabecera del pozo. Tardé un montón en organizar las cosas para el finde lo cual me retrasó, después estuve charlando con Sergio que había llegado de visita unos días antes de volver con Bin, y más tarde tuve que ir a buscar un taladro al taller de Manu y llevarle a casa, con lo cual me presenté una hora tarde, al llegar estaba anocheciendo y Luis esperaba en el Bar Romano tomado algo, tenía cara de matarme (aunque no lo hizo, al menos por ahora), conseguí convencerle para entrar un rato, y fuimos echando leches a la torca, al llegar ya era de noche (6:30 pm aprox.), me coloque el equipo y le dije a Luis que le esperaba abajo, al llegar bajé por la cuerda hasta la cabecera del pozo hasta el fraccionamiento del árbol, escuché algo en el montón de basura que hay al otro lado de la cabecera y miré con la luz, al principio no noté nada, pero al fijarme me di cuenta de que había un tronco atravesado que no estaba, y un frigorífico que había arriba pinado estaba mucho más abajo tumbado, y me quedé observando unos momentos, llamé a Luis y le pregunté si no lo veía raro o diferente, y ya fijándome más con la luz del frontal en la oscuridad, lo que antes se reflejaba en la puerta de un coche, ya no lo hacía, casi me cago encima, el coche no estaba, se había caído abajo eché un vistazo y tampoco estaba abajo, así que habrá ido rodando por toda la galería pirelli, puse el puño y croll y subí hasta donde Luis en un cuarto de segundo. Ahí estaba lo que tanto temíamos, el coche había caído y ahora toda la basura que estaba encima se ha quedado inestable por lo que ya no es posible utilizar ese acceso, y siendo ese el único nos deja sin la posibilidad de seguir una exploración que iba a grandes pasos y con grandes hallazgos. Nos quedamos un buen rato contemplando como estaba la cosa ahora y tirando unas piedras a ver si caía algo más. Con la misma, nos fuimos al bar. Al llegar lo hablamos con la gente del pueblo, que estaban muy por la labor de buscar una solución a este problema y ayudarnos a continuar con la exploración bajo sus tierras. Antonio (el dueño de la parcela donde está la torca) nos comentó que a principio de semana había llovido mucho y que después pasó por allí y el coche ya no estaba, esperemos que con todo lo que va a llover esta semana caiga todo lo demás. Después nos pusimos a terminar de colocar las topos, y más tarde pusimos a la gente del pueblo las fotos de la exploración con el portátil para que pudieran ver lo que había bajo sus laderas, con lo que salieron muchas ideas para dar nombre a las galerías por parte de la dueña del bar romano. Esperamos a Manu jugando unos dados y nos fuimos a hacer una parrilla para cenar y comentar la jugada. Hablamos mucho de todo sin llegar a una conclusión. A la mañana siguiente llegaba Antonio (scc) dando los buenos días y con la intención de bajar a explorar (tampoco se creía lo del coche), lo mismo cuando llegó Fonso. Cuando me voy a poner a hacer café, me doy cuenta de que no había llevado, momento crítico de la mañana, pero Antonio (de Bustablado) que pasaba por allí, nos ofreció ir a desayunar a su casa, estos decían que no tenían ya habían desayunado, y Antonio le decía a Manu que había desayunado una lata de Coca-Cola:
- “¡Como no vas a querer desayunar hombre, con esa cara de hambre que tienes!”
Jajaja, nos partíamos el culo, porque la verdad es que sí que tenía cara de hambre, pero yo no podía negarle ese café con sobados que me pusieron, ¡que le agradecí de corazón!, bendito café.
Al rato nos pusimos a decidir cuál iba a ser el plan para el día, Antonio (scc) se iba a atender otros asuntos, y acabamos yendo hasta novales para entrar por las pistas y topografiar la mina que pasa por encima del sistema de Urbío con la esperanza de encontrar algún pozo que nos acercara a las galerías. Estuvimos dando vueltas por las pistas intentando encontrar la boca, yo veía la zona pero no conseguimos llegar a ella, esta era la tercera vez que me iba sin entrar en ella, y cada vez me entra más curiosidad… Así que decidimos bajar hasta Bustablado, y meternos en el sumidero a desobstruir en alguno de los soplos con la esperanza de acceder al meandro “las cotorras”. Llegamos al bar y estaba la gente del pueblo estaba intentando encontrar una solución con el alcalde. Comentaban que igual era posible llevar una pluma e intentar sacar de la cabecera lo que se pueda intentando no tirar las cosas abajo, aunque será inevitable que algo se caiga tal y como está. También nos comentaron que el lunes el alcalde iba a poner una farola en las parrillas para que tuviéramos luz por la noche (¡así da gusto, como en casa!). Les dejamos con el debate y nos fuimos a comer el bocata a las parrillas, y después de tomar el café en el bar nos pusimos manos a la obra. Luis se puso a prospectar, Manu a quitar piedras de un soplo, Fonso a desobstruir la entrada del río y yo a ayudar a Manu y a Fonso. Fonso acabó creando un acceso por el río a una gatera por la que se arrastró unos metros, pero hacía falta desobstruir más y lo dejamos al temporal de agua que viene esta semana, y fuimos a meter caña con manu, poco a poco fuimos avanzando metros hacia adentro, llegó Luis y se unió, empezó a anochecer y conseguimos llegar a una gatera por la que se metió Luis y al avanzar unos 6 metros a rastras había que seguir desobstruyendo hacia abajo, era tarde, Fonso estaba empapado de la gatera del río, y todos estábamos ya algo cansados de todo el día. Al subir Fonso encontró algo que puede tener importancia, aunque aún está por ver. Fonso y yo nos fuimos al bar donde nos contaron que cuando la guerra, se metían en unas cuevas cercanas por miedo a que bombardearan el pueblo, y también nos enseñaron fotos de la cueva Cerví, la que solían visitar a veces, mientras, Manu iba con Luis a coger su furgo a Novales, y así acabó el primer finde de exploración en Bustablado con 0 metros de topografía…
Confiamos en que pronto se llegue a una solución y podamos continuar con la exploración de la torca Urbío.

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