30 junio 2011
29 junio 2011
Huida (por Antonio)

No lo dude, se trataba de ir a Cueva Vallina. Por supuesto quería conseguir alcanzar al menos la consumación de uno de mis insistentes deseos espeleológicos. Pero se me estaba poniendo difícil reclutar compañeros para ciertas aventuras. El viernes por la tarde me pase por el club como último recurso para encontrar a alguien dispuesto. En contra de mis negras expectativas se apuntaron Julio, Pelos, Fran, Matías y Alicia; ésta última condicionada a poder con su cuerpo tras el desenfreno de una boda a la que iba a asistir el sábado... Preparamos un par de cuerdas, más cinco chapas con tornillo y mosquetón, y nos fuimos a casa después de jugar varias partidas al futbolín en el local del club y al pillo-pillo con la hija de Alicia.
Habíamos quedado el domingo a las nueve y media en Solares aunque, de forma confusa, me pareció que con Pelos había quedado a las nueve. El sábado hizo un calor especial. En algunos puntos de Cantabria se alcanzaron los 30º, pero aún así escalé con Pelos una vía en la cara SW de Peña Cigal (Caloca). Gracias a que me cubrí concienzudamente toda la piel como lo hacen los tuaregs no tuve una insolación. Sin embargo al día siguiente la cosa se iba a poner más seria.
Eran poco más de las nueve y media cuando vi a Matías y Fran en la estación de Solares. Al poco llegaron caminando desde alguna cafetería Pelos y Julio. Alicia se había quedado durmiendo y no hubo manera de contactar con ella... Nos repartimos entre la furgoneta de Julio y el deportivo rojo de Matías y enfilamos hacia el puerto de Alisas. El calor iba en aumento y nos faltaba espacio vital en los asientos de la furgoneta, pero el viaje se hizo corto. El último kilómetro de pista lo hicimos todos juntos en la furgoneta de Julio.
Los preparativos se empezaron a poner pesados. Pelos había tardado cinco minutos y escapo rápidamente hacia el bosque. Yo tarde un poco más y me tumbe dentro de la furgoneta para evitar el solazo. Al cabo de un tiempo interminable conseguimos ponernos en marcha. De pronto pregunte en voz alta, mientras hacía un repaso mental de lo que íbamos a necesitar, si alguien llevaba una llave para apretar los tornillos de los spits. Y vino la sorpresa: nadie había cogido una llave, ni nadie llevaba una llave. Así que no podíamos instalar, y por tanto tampoco descender, los pozos hacia Río Rioja y la incursión debía abortarse. Menos mal que solo habíamos bajado por la empinada ladera un minuto yendo hacia la boca. El termómetro de la furgoneta marcaba 38ºC . Decidimos irnos a otra cueva en una especie de huida de los infiernos. No nos cambiamos de indumentaria; tras un titubeo nos encaminamos hacia la Cueva del Torno vía Alisas-Riaño-Solórzano.
Como a las doce aparcamos junto a la cancela del prado en el que se encuentra la Cueva del Torno. La subida, unos cinco minutos, fue, como sabíamos de antemano, infernal. La hierba, bastante alta, rezumaba vaharadas de aire caldeado, formando en algunos momentos espejismos que deformaban el campo visual. A algunos estuvo a punto de darnos un mareo o un golpe de calor. Pero el momento más maravilloso del día ocurrió cuando nos pusimos delante del pequeño agujero de entrada a la cueva: el chorro de aire helado fue un bálsamo para nuestros sufrimientos infernales. Más aun cuando entramos y pudimos sentir el frescor del mundo subterráneo...
Avanzamos sin pausa por la laberíntica red de entrada sin problemas hasta el primer estrechamiento en que hay que trepar y, entonces, me entretuve haciendo una foto mientras el personal se peleaba con el paso. Fran y Matías estaban algo sorprendidos por la duras características de la cueva y Julio mascullaba; en realidad se sentía engañado por mí. Creo que casi nadie sabe apreciar el sabor de las dificultades de una cueva que guarda sus secretos celosamente. Cuevas que se hacen las interesantes, como una chica remolona que, a veces, cuanto más esquiva se pone, más apetecible nos parece. Aunque no todos, y no siempre, lo viven de la misma forma...
La segunda estrechez en la que hay que trepar fue más dura. Fran y Matías blasfemaron y Julio me la juro. Pero Julio ya sabía a lo que venía en esta ocasión. Pelos iba silencioso. Aproveche las circunstancias para hacer otra foto.
El tránsito por el meandro desfondao cogió desprevenidos a Fran y Matías pero echándonos un poco pa’lante salimos todos airosos. No es que los pasos fueran difíciles pero podía amilanar un poco la altura a la que evolucionábamos sobre el desfonde. En este meandro hay dos etapas claramente separadas por el acceso que, a la izquierda, conduce a la gatera Andy’s Back. Nuestro objetivo era Torno Chamber y no estábamos por la labor de parar. Continuamos con presteza hasta el acceso al río principal de la cavidad, y allí tampoco paramos a pesar de los cantos de sirena acerca de la hora de comer.
La poca cantidad de agua que llevaba el río me animo a probar sin neopreno el paso de los últimos laminadores; habíamos metido los trajes pero si la cosa pintaba bien podíamos prescindir de ellos. Las arrastradas finales por cantos rodados me parecieron poco acuáticas y enfile con fe el último laminador: salí empapado por la parte frontal del cuerpo y totalmente seco por el resto. Pelos se mojo menos que yo, paso levitando, pero los tres compañeros restantes se mojaron bastante con el agravante de que Matías y Fran llevaban monos de tergal. Ya estábamos en Torno Chamber y nos buscamos una zona cómoda para almorzar fraternalmente.
De Torno Chamber nos fuimos por un bonito meandro hasta Rampant Rabitt y en esta gran galería torcimos a la izquierda para enlazar con The Canyon. Nuestro modesto objetivo era visitar las nuevas galerías descubiertas en el 2008/2009 por los británicos. Al final de The Canyon un caos de bloques obstruye la galería y a su derecha una salita caótica y una pequeña galería concrecionada cierra todas las posibilidades. Pero el caos de bloques posee una ruta de gateras con barro -y a veces agua- que se resuelven en amplios conductos. Normalmente Pelos posee un entusiasmo dispendioso pero a veces se fija en un objetivo único y abstracto sin ver las riquezas que caen de los cielos. Tuve que animarle duramente para que me siguiera... Mientras tanto Julio, Matías y Fran optaron por ir saliendo.
Anduvimos cómodamente un buen tramo por una sinuosa galería con direcciones dominantes W y S. En algún momento pasamos por encima de falsos suelos retumbantes. Así llegamos a una zona en la que la galería se hace muy alta, y más estrecha, recordando a ciertas galerías en la cercana Cueva Riaño. Un desfonde parecía haber sido el camino seguido por los exploradores, pero nosotros escalamos a la parte alta, y con un paso de empotramiento en una estrechez Pelos se adelanto y comprobó la existencia de una galería inexplorada con formaciones blancas y prolongación evidente. Claramente estábamos de suerte. Desde aquí nos volvimos y en pocos minutos estábamos de nuevo en Torno Chamber. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando vimos que todas las sacas estaban allí y que nuestros tres compañeros habían desaparecido.
Al principio creí que nos estaban gastando una broma, como en otras ocasiones había hecho yo mismo, pero al poco tiempo tuvimos que asumir que realmente no habían vuelto. Regresamos sobre nuestros pasos a Rampant Rabitt y Pelos dio grandes voces. Enseguida pudimos escucharles acercándose. Seguramente se habían despistado en una importante bifurcación próxima a The Canyon. Volvimos a Torno Chamber seguidos por los tres despistados. Pero cuando ya creíamos todo arreglado solo vimos aparecer a Matías y Fran. Julio que venía delante de ellos y detrás de nosotros había vuelto a desaparecer. Mientras Pelos quería salir huyendo hacia la salida yo vi el cielo abierto para echarme una siesta: eso si, convencí a Pelos para que se quedase esperando pacientemente. Lo hizo, pero refunfuñando. Matías se apiado de Julio y regreso a buscarle. Cuando ya llevaba un rato soñando la voz de Pelos me sobresalto. En nuestra soledad elucubrábamos con las posibilidades de pérdida y con los murmullos que creíamos escuchar en la lejanía. El tiempo transcurría.
Al cabo de un tiempo interminable aparecieron Julio y Matías. Según Julio cuando llego al fondo del meandro tomo la dirección contraria a la debida. Luego se fue a cagar. Absurdo. Pero sea como sea y gracias a Dios estaba de nuevo aquí.
No hubo ningún incidente más en el proceso de salida salvo un corto forcejeo de Matías y luego de Fran en la última estrechez que hay que trepar un poco antes de salir. Por suerte había una cuerda instalada. Un golpe de aire caliente nos recibió a todos con afabilidad.
Paramos en Solórzano para refrescarnos en la fuente de la plaza y luego a tomar cervezas en el restaurante Arredondo, restaurante que da el mejor cocido montañés de toda Cantabria. Allí estuvimos de cháchara un buen rato comiendo pipas de girasol cuyas cáscaras, según quien, escupimos al suelo o pusimos en un cenicero. Me planteé la cuestión por un momento y llegue a la conclusión de que las cáscaras de pipas es uno de los productos más naturales que podemos arrojar al suelo. Tanto o más que las cáscaras de fruta. No vi ningún problema en continuar escupiéndolas al suelo hasta que vi el paquete vaciarse por completo.
21 junio 2011
Proyecto enlace 3º parte, Mejor sin caladuras
MEJOR SIN CALADURAS por Manu AlCon
Exploración Torca Urbió 18-06-2011
Nos fuimos introduciendo en la galería que nos interesa perteneciente al Sector Pantano, bastante freática (barro por doquier), aunque el viento sur de fuera, debió de hacer efecto, el aspecto del barro era más sólido que húmedo, eso nos motivaba ha creer que la zona encharcada no tendría tanta agua. La galería con un ancho de cuatro o cinco metros a lo largo de ella se iba menguando en altura, hasta el punto de tener que arrastrarnos o reptar como serpientes entre el barro (en un tramo de unos cincuenta metros) tirando de nuestras amigas las sacas de porteo y esperando llegar al punto fatídico donde nos teníamos que calar. Nuestra grata sorpresa fue encontrarnos con una inexistente charca, lo cual fue celebrado por Sergio sacándonos un par de fotos del dichoso paso donde nos encontrábamos, y de esta manera evitamos tener que desnudarnos y ponernos ropa seca, ya que esta actividad en mojado resulta de lo más incomoda (FRÍO).
Exploración Torca Urbió 18-06-2011
Después de hacer varias incursiones por Sel de Haya y de prospectar con José Ángel de Duña, hemos retornado a Torca Urbío, hay que variar en las zonas de exploración porque si no uno se quema. Entre los que exploramos no había mucha animación por ir a la zona de este sistema para tratar de conectar con Rescaño, debido a que hay que pasar por una zona agaterada con agua, situación que no agrada a nadie. Total que finalmente nos juntamos Pelos, Sergio y Manu... con resignación pero nos juntamos. A las 9:30 am estoy esperando en Mompía, Pelos se retrasa por problemas con su luz, va donde Fonso para hacerse de una frontal (al final la del propio Fonso), Sergio y yo quedamos con él en Puente San Miguel.
Una vez en la torca, nos organizamos y repartimos el material, naturalmente surge la típica discusión de haber quien carga con más o con menos , de que si esto es mío o de que si esto es tuyo. Me surge un problema , por lo visto deshice mal el sistema de bloqueo de transporte que lleva mi frontal (Scurion) y se me bloqueó del todo. Ya me había pasado en una visita a la cueva del Gándara con Antonio y SuperMiguel. Una situación bastante enojosa para mí, pero bueno los compañeros traían frontales de sobra, no es lo mismo pero me apaño. Desconecté batería como me indicó Pelos, para que en algo de tiempo se fuera reseteando. Bajo el último y descendiendo más de la mitad de la galería Pireli, me encuentro que estos dos me llaman desde más atrás, cubiertos por la oscuridad me los pasé de largo, me estuvieron acechando cual lechuza a un roedor, cuando yo suponía que ya habrían pasado la gatera Alfonsina y me estarían esperando en la "Sala de Estar", aún a distancia les pregunté por qué no era así, se hicieron los suecos y no insistí, cosas de espeleólogos juguetones.
Nos fuimos introduciendo en la galería que nos interesa perteneciente al Sector Pantano, bastante freática (barro por doquier), aunque el viento sur de fuera, debió de hacer efecto, el aspecto del barro era más sólido que húmedo, eso nos motivaba ha creer que la zona encharcada no tendría tanta agua. La galería con un ancho de cuatro o cinco metros a lo largo de ella se iba menguando en altura, hasta el punto de tener que arrastrarnos o reptar como serpientes entre el barro (en un tramo de unos cincuenta metros) tirando de nuestras amigas las sacas de porteo y esperando llegar al punto fatídico donde nos teníamos que calar. Nuestra grata sorpresa fue encontrarnos con una inexistente charca, lo cual fue celebrado por Sergio sacándonos un par de fotos del dichoso paso donde nos encontrábamos, y de esta manera evitamos tener que desnudarnos y ponernos ropa seca, ya que esta actividad en mojado resulta de lo más incomoda (FRÍO).Continuamos hasta la punta de exploración, con el puntazo de estar sequitos, apeamos las sacas, allí la galería se desfonda. Sergio y Pelos se disponen a instalar un pasamanos, la ardua y dificultosa labor de realizar una instalación volada ante una roca cubierta de una seria capa de barro , hace soltar por parte del instalador, la habitual serie de recordatorios divinos. Mientras yo me ponía el mono interior, ya que uno quieto se queda como un carámbano, aproveché para conectar la frontal, la cual ya iba bien, y de paso sumergirme en mi nube de humo creando un grato ambiente verde en la cavidad, que mis compis notaron enseguida.
La instalación del pasamanos se efectuó por una ventana paralela al desfonde principal que te deja en el mismo punto después descender unos 10 m. Lo primero se descendió hasta el nivel del río, comprobando que en ese punto el caudal no es muy grande, y por otro lado se pudo observar que la dirección del agua era la inversa a la que nosotros avanzábamos. Una hipótesis a esto puede ser un recorrido en forma de meandro sinuoso del cauce del río, y que justo en ese punto hace que el agua nos venga de frente en vez de bajar en la dirección que nosotros vamos. También podemos estar ante otro aporte nuevo de agua, del que todavía no conocemos su origen, lo que nos descuadraría en nuestra hipótesis inicial de como y hacia donde va el agua de los dos sumideros que tenemos en Bustablao, abriendo nuevas y más complejas dudas en la exploración.
Tras comprobar que por el nivel freático no se podía continuar, debido a que había que avanzar por un laminador muy bajo con agua por ambos lados, se buscó la opción de instalar un pasamanos a media altura que nos dejara en una rampa barrosa que ascendía hasta el nivel de la galería inicial. Tras terminar de instalar el pasamanos, Sergio y Pelos pudieron encontrar un paso que de nuevo nos dejaba en la galería principal.
La instalación del pasamanos se efectuó por una ventana paralela al desfonde principal que te deja en el mismo punto después descender unos 10 m. Lo primero se descendió hasta el nivel del río, comprobando que en ese punto el caudal no es muy grande, y por otro lado se pudo observar que la dirección del agua era la inversa a la que nosotros avanzábamos. Una hipótesis a esto puede ser un recorrido en forma de meandro sinuoso del cauce del río, y que justo en ese punto hace que el agua nos venga de frente en vez de bajar en la dirección que nosotros vamos. También podemos estar ante otro aporte nuevo de agua, del que todavía no conocemos su origen, lo que nos descuadraría en nuestra hipótesis inicial de como y hacia donde va el agua de los dos sumideros que tenemos en Bustablao, abriendo nuevas y más complejas dudas en la exploración.
Tras comprobar que por el nivel freático no se podía continuar, debido a que había que avanzar por un laminador muy bajo con agua por ambos lados, se buscó la opción de instalar un pasamanos a media altura que nos dejara en una rampa barrosa que ascendía hasta el nivel de la galería inicial. Tras terminar de instalar el pasamanos, Sergio y Pelos pudieron encontrar un paso que de nuevo nos dejaba en la galería principal.
Una vez pasada la dificultad del desfonde, la galería continua por un piso horizontal, la parte baja de la misma cubierta de una capa de barro color brillante caramelo tofe y la superior de un color gris-negro, un contraste bonito y curioso. La verdad es que nos da reparo dejar huella en lugares tan hermosos como éste, por ello procuramos andar siempre por la misma senda que se marca inicialmente y de esta manera dejar el lugar lo más intacto posible, para que el resto de los posibles visitantes lo observen como nosotros “virgen”. Que afortunados somos de tener una tierra con mar y montaña repleta de cuevas, aúpa Cantabria. Así anduvimos topografiando esta sinuosa, cómoda y bonita galería (2.5 h) hasta que nos topamos con unas marmitas llenas de agua, pasó mojándose Sergio y vio que la galería se prolongaba y continuaba con la misma tónica hasta otro paso con más agua. Esta vez el agua pasaba muy por encima de las rodillas. Ya se nos hacía tarde y decidimos regresar. Volveremos y esta vez para mojarnos de fijo.
Las vueltas casi siempre se suelen hacer a un ritmo más rápido, debido a que todos queremos respirar un aire menos húmedo, quitarnos los bártulos y el barro de encima. Al final sin darnos cuenta más de 10 h. de exploración intensa que se notaban en las piernas de los tres. Normalmente siempre nos están esperando en los bares de las localidades donde estamos unas rubias o unas dulces morenas acompañadas a veces de unas viandas, que satisfacen esa inevitable e imperiosa necesidad del hambre y la sed.
Gracias Bustablao.
Gracias Bustablao.
20 junio 2011
15 junio 2011
Proyecto enlace 2ª parte. ¿Galería sixtina?
Un viernes más después de un extraño mes sin explorar pero sin dejar de especular al respecto, nos juntamos en el local del “Speleo Club Cántabro” en el barrio San francisco, Logan, Matías, Papu y yo hacíamos sonar los manillares del futbolín, afuera las fiestas del barrio, daban sardinas gratis (cojonudas) y cantos regionales, tras unas cuantas partidas y hablares, quedamos para ir de exploración Manu, Sergio, Fonso, Papu, Matías y yo. Seguiríamos con el “proyecto enlace”, al cual estamos dedicando todo el esfuerzo. Quedamos a las 10:15 en Mompía, y a las 3 de la mañana estábamos Sergio, Logan y yo en el río de la pila dándolo todo… 9:45 de la mañana suena el teléfono, “julioespeleo”:
- ¿A qué hora habéis quedado?
- Ahhh… mmm.. ¿Qué hora esss?...
Tras una conversación trivial decide venir a explorar y yo decido levantarme de la cama. A las 10:20 estaba en la gasolinera con Julio tomando un café gratis. Un rato más tarde llegan Papu y Matías, y un rato mucho más tarde llega Sergio. Tras un pequeño intercambio de palabras, ¡Matías, hundido!, y marchamos a Sel de haya. A medio camino me llama Fonso desesperado, respuesta habitual:
- Estamos llegando…
Aparcamos, charlamos, mi frontal no funciona, Fonso me lo arregla, bla bla bla, creo que entramos a eso de las 12:30 o 13:00, nos repartimos en dos grupos, Julio, Manu y Papu irían a topografiar una parte de la mina que podía tener cierto interés, mientras nosotros, exploraríamos la galería colgada que encontramos el día anterior. Fuimos directos, al llegar al pasamanos me costaba entender como pude instalarlo en esa pared con cierta inclinación negativa y ausencia de apoyos, bordeaba el pozo a unos 15-20 metros de la base hasta llegar a una ventana, en vez de hacerme el fuertote, decidí poner el puño para ayudarme, al llegar al extremo me puse a instalar el final que no pude acabar el día anterior por falta de material, en un rato con ayuda de Sergio había terminado de instalarlo, y les guiaba hasta donde pude avanzar la última vez recordándonos pisar en los mismos sitios, el suelo era de arcillas secas cuarteadas cubiertas de un polvo negro que lo hacía muy peculiar, pasábamos arrastrándonos por una estrechez y saliendo a una pequeña galería de apenas dos metros de alta y medio metro de ancha, el suelo era de colada churruscante y al poco era de fuerte calcita blanca, tras arrastrarnos otra vez aparecíamos donde me quedé el día anterior, la galería se desfondaba y el techo se alejaba, aunque la anchura de la galería apenas variaba, cuando me fui la ultima vez pensé que sería necesario instalar pasamanos ya que el cansancio se había apoderado de mí después de la instalación del pozo y el pasamanos, pero hoy lo veía de otra forma, avanzamos unos metros en oposición, a unos 5-8 metros estaba el suelo, y Sergio y yo decidimos bajar mientras Fonso se quedaría arriba por si después no podíamos subir, él nos echaría una cuerda, al llegar abajo volví a subir para decirle a Fonso que podía bajar, Sergio y yo avanzamos unos metros cuando de pronto Sergio me llamó con cierta excitación, al llegar contemplamos las paredes de parte de la galería llena de alfileres de aragonito blanquecinos y brillantes cerca del suelo también se veía algún pequeño cogollo de alfileres. Al rato llegaba Fonso y los tres contemplamos durante un rato las paredes, la galería se estrechaba aun más con una curva de 90 grados la cual sorteamos a rastras y de perfil indicándonos los movimientos para no tocar ni uno solo de estos caprichosos filamentos. Al pasar al otro lado y doblar de nuevo la galería, ahora sí andando, empezaba a llenarse de formaciones de todo tipo, paredes hasta lo más alto nos presentaban formaciones de todo tipo durante el trascurso de la galería, abundaban las excéntricas de calcita y las formas redondeadas, también encontramos grietas en la pared en las que se habían formado estalactitas horizontales que salían de ambas paredes y se atravesaban entre sí con forma de clavos grandes, también vimos formaciones que eran muy parecidas a los hongos que salen en los troncos de los árboles, subíamos unos metros y bajábamos avanzando poco a poco hasta que llegamos a una pared de colada y otras formaciones que nos cerraba el camino, estuvimos buscando un rato, al poco llegaba Fonso que nos sugería volver y comer, de repente la voz de Sergio nos llamaba diciendo que había encontrado un paso muy estrecho, y a los pocos segundos nos pedía que le ayudásemos a salir, se había quedado enganchado de una pierna, yo bajaba de unos metros más arriba y comencé a indicarle los movimientos que tenía que hacer para sacar la pierna, o bueno, meterla para poder sacarla, poco después ya se había liberado, ahora debatíamos si forzar el paso o dejarlo para otro día, y decidimos forzar, pero ahora debatíamos quién lo forzaría, descartamos a Fonso ya que tiene el culete regordete, yo le sugería a Sergio que pasase él que ya estaba ahí y lo había intentado a medias pero él me rebatía que yo tenía el culo más fino, así que me rendí a sus carantoñas, tras ojearlo un rato no sabía si de pies o de cabeza. Primero había que pasar una primera estrechez bastante asequible para cualquiera, para después pasar por un segundo bastante jodido para un finín , metí un brazo, después la cabeza y vi que detrás seguía la galería, así que me agarré con la mano a la pared solté aire y empecé a pasar, el buzo sonaba a roto y algún trozo de ese paso también, tras un último tirón estaba al otro lado, y no me había puesto de pié cuando Sergio estaba pasando y rebuznando… Fonso al asomar la cabeza decidió prescindir y quedarse al otro lado así que le dijimos:
- ¡Ahora volvemos!
Aunque él sabía de sobra que no era así, continuamos por la galería unos cuantos metros por la zona baja, y seguíamos viendo formaciones curiosas hasta que se plantó delante nuestro otra colada, aunque esta parecía más seria, subimos hasta el techo y no vimos ningún paso evidente, así que decidimos volver por la parte alta de la galería, después de un rato bajamos de nuevo hasta media altura y llegamos al paso estrecho, llamamos a Fonso pero no estaba, pasamos sin problema y llegamos a las paredes de filamentos de aragonito que esta vez pasamos por encima para evitar romper algo, aquí ya hablábamos con Fonso que había ido a por agua. En sentido contrario de donde habíamos venido Fonso había continuado por una galería que llegaba hasta debajo del pasamanos pero se colmataba, pero según la distancia y rumbo esta galería daba al mismo pozo. Con la misma decidimos salir y comer fuera, eran las 5 y había tiempo. Decidimos volver otro día para hacer una última batida, la topografía y fotos merecedoras de un buen álbum. Al subir decidimos cambiar el primer tramo de la instalación del pozo que nos quitaría de en medio 3 atléticos fraccionamientos, mientras lo reinstalaba hablábamos de cómo llamar a la galería, Sixtina y otros apodos salieron a concurso pero ninguno fue adjudicado de momento, al poco llegó el otro grupo, al rato salíamos todos y nos poníamos a comer, había de todo, cada uno tenía su propio bocadillo (algo raro), y Fonso sacó frutos secos y media tableta de chocolate, esta última se había acabado antes de posar el suelo y Fonso nos bronqueó porque no le habíamos dejado nada, yo le eché la culpa a Sergio y así sucesivamente con varios miembros del festín, pero Fonso es un hombre previsor y sabía que eso pasaría, así que sacó la otra mitad de la tableta que cuidadosamente no nos había dejado ver y se la comió. Después fuimos a tomar algo al Bar Gándara que estaba cerrado y fuimos a hacer una visita a nuestra familia de Bustablado donde nos tomamos unos buenos refrigerios en el Bar Romano.
El “Proyecto enlace” nos va a llevar mucho tiempo y trabajo, y daremos muchos palos de ciego por el camino, pero cuando se hace con ilusión y sin grandes ambiciones patroneados por el enriquecimiento de nuestras experiencias personales, (el disfrute visual, sentimental y respeto que guardamos por las entrañas de la tierra) el tiempo, trabajo y esfuerzo dedicado no es más que un mero trámite para deleitarse con las maravillas que nos brinda la naturaleza.
14 junio 2011
Escalada, debates, moral y Cigal
Me llamo Antonio y vivo en Cantabria desde el año 80. Escalo desde mediados de los setenta y he realizado multitud de ascensiones y escaladas en la Pedriza, Galayos, Pirineos, Picos, Atlas, Todra, Oman, Alpes, Dolomitas, Andes y en todas las escuelas importantes de España. También he abierto vías clasicas en varias paredes de Cantabria. Actualmente estoy centrado en diseñar y equipar vías deportivas de varios largos atendiendo principalmente a su belleza y a la seguridad. Ciertamente ha sido una larga evolución para mi.
ACERCA DE LAS VÍAS DE CIGAL
La discusión acerca de si una escalada es ética o no viene de hace cien años por lo menos. Y los escaladores no se han puesto de acuerdo todavía. Podría argumentar largo y aportar documentación pero es una pérdida de tiempo hacerlo dado que todos los escaladores conocemos los argumentos de los demás. En Cantabria hace unos años la FCDM convocó una reunión en donde algunos escaladores intentaron convencer a otros de su punto de vista. Y no se llego a ningún acuerdo.
En mi opinión el único acuerdo posible entre los escaladores es respetar las maneras de escalar que existen y que están bien establecidas a nivel general y no solo localmente. No hay otro camino. Las acciones de imponer o prohibir serán contraproducentes en este colectivo. Deben respetarse las diversas modalidades de escalada. Así como no ponemos, ni exigimos que se ponga más seguridad en vías de alto riesgo de Picos, el Agero, La Hermida o Cigal exigimos que se nos deje en paz en las vías deportivas de varios largos.
De cualquier forma existen en varias zonas de Cantabria vías equipadas en deportiva de varios largos: Ramales y Agero. Resulta curioso que la pared SW de Cigal estuviese casi olvidada desde hace décadas. Intentos de escalada había: como ejemplos: Greim (2 largos), una vía de un tal Agustín de Valladolid (2 o 3 largos) y dos vías Los Techos (seis largos, en artificial) y La uña que mece la Cuna (6 largos, en libre). Prácticamente nada en una pared que tiene 1,5 kilómetros de base y más de doscientos de altura. Además había una decena de vías que, por el tipo de seguros utilizados y por su colocación, podríamos llamar pseudodeportivas. No es la única pared de estas características en Liébana. Hay mucha más roca para abrir vías. Sin embargo inmediatamente que nosotros equipamos las primeras vías en deportiva de varios largos surgió una polémica.
Las equipaciones de las vías deportivas de varios largos en Cigal han sido diseñadas siguiendo dos ideas clave o, si lo preferís llamar así, principios éticos :
a) Seguridad pero también sentimiento de estímulo. Hay que encontrar un equilibrio en el distanciado y posición de los seguros. Los seguros están para evitar los accidentes y las lesiones y no son meramente seguros psicológicos. Esto deriva de que la mayoría de los escaladores escalamos solo por placer y no por demostrar nada a nadie.
b) Belleza, libertad, en el trazado de las vías, basado en la lógica de los pasos, de los movimientos, de los largos y no en la lógica de donde “pueden” colocarse los seguros (empotradores, friends, clavos, etc). Las chapas están para facilitar un itinerario trazado en función de su belleza y armonía.
Aceptamos críticas positivas para mejorar el diseño de estas vías, pero no la crítica de que son inaceptables porque no han sido abiertas desde abajo. Hay que decir que nosotros y yo en particular he abierto muchas vías desde abajo y he practicado la escalada y el alpinismo durante veinte años. En Cigal la vía Amigos ha sido abierta desde abajo, equipando sobre la marcha para deportiva, lo que conlleva un trabajo mucho más fino que, sencillamente, abrirla. La Greim y La uña que mece la Cuna fueron abiertas en clásica y posteriormente reequipadas de común acuerdo con sus aperturistas que consideraron un buen avance equiparlas así. La apertura de vías desde arriba en una pared de 200 metros es una tarea muy técnica que conlleva varias fases y una gran cantidad de trabajo. En manera alguna puede considerarse un factor que devalúe la vía. Por otra parte las vías abiertas desde abajo solo son escaladas con absoluta pureza por el primer escalador pues normalmente se añaden o dejan seguros para hacerlas viables. Además dependiendo de los seguros que estén puestos cambia la configuración de la vía y su nivel de riesgo y dificultad. Por contra las vías deportivas permanecen idénticas para todos los repetidores. Creemos que antes de juzgar la calidad e idoneidad de las vías de Cigal los escaladores deberían probarlas por si mismos. Nadie puede juzgar las actuaciones que se han realizado en Cigal basándose en un clima de opinión creado por personas que pueden estar interesadas en desvirtuarlas. Se da la curiosa circunstancia de que la mayoría de los repetidores de las vías no son de Cantabria. Las opiniones recogidas en foros, blogs, webs y verbalmente son muy positivas. El número de repeticiones para las clásicas de Cigal como Reencuentro o Sibläthä es ya incontable. Los escaladores están disfrutando de unas vías seguras y de calidad que, como valor añadido, están dando vida al valle de Liébana
Por otra parte están las vías llamadas clásicas, alpinas o limpias. De esta manera de abrir vías no hemos hecho ninguna crítica hasta ahora. Pero creo que dadas las circunstancias actuales de cuestionamiento y persecución a las que nos vemos sometidos va siendo hora de hacer algunas observaciones acerca de la llamada forma “limpia” de escalar. Comenzare contando una anécdota: conozco casos de cordadas, en abril o marzo el último caso, que se ha bajado de la vía Garrido-Torío “para no matarse” (y cito literalmente) En esta misma línea de equipaciones encontramos muchas de las vías del Agero, de Picos y algunas en la Hermida. Una de ellas ha sido, tristemente, el escenario de varios graves accidentes.
Posiblemente algunos se están preguntando que clase de ética o en que basan su ética los aperturistas de este tipo de vías. Me pregunto que sentirán o que pensaran cuando alguien tiene -o tenga- un grave accidente en alguna de las vías abiertas y equipadas por ellos. Me pregunto ¿que razones éticas les llevan a equipar las vías así, con riesgos objetivos altos o extremos aún en casos en que una simple chapa evitaría dichos riesgos?
1. Sobre la base de los resultados de una análisis efectuado por G. Rossi, se desprende que la personalidad básica de un escalador es NORMAL. Es muy difícil encontrar estructuras de la personalidad decididamente neuróticas.
2. Se habla de una carga agresiva existente a nivel profundo que está muy bien controlada. El control de los impulsos indica un buen nivel de madurez en la esfera emotiva, pero a pesar de ello, a veces se presentan características complejas y conflictivas dada la tendencia del escalador de alto nivel a la INTROVERSIÓN.
3. Los estados afectivos guardan, en ciertas ocasiones, una relación general del organismo con los sentimientos de ACEPTACIÓN y RECHAZO de objetos, personas o situaciones. Moliero & Ragni hablan de LIMITACIÓN o de "Tendencia a ella", es decir, una profunda INHIBICIÓN. En otras palabras, el escalador presenta ciertas limitaciones en cuanto a la explicación y comunicación de sus sentimientos como también para recibirlos.
4. El autocontrol de su vida emotiva se repite también en su vida afectiva a través de un mecanismo de defensa apropiado: La EVITACIÓN, que surge como consecuencia de sentimientos de inseguridad respecto a su relación con los demás.
5.(es el punto clave para responder nuestra pregunta) La elevada AUTOESTIMA, el alto concepto de sí mismo, la ostentación de seguridad, son sólo una máscara de una realidad interna muy distinta que no quiere exponerse al plano consciente (Mecanismo: DENEGACIÓN). Pero la tendencia al autocontrol del escalador debe interpretarse teniendo en cuenta el RIGOR manifiesto en el enfrentamiento de la propia persona, de los propios hábitos, de los objetivos a cumplir. Este rigor, a veces, puede convertirse en una auténtica rigidez aunque es algo raro en los escaladores.
Desde mi punto de vista esto puede resumirse en:
Soy mejor escalador que tú porque lo demuestro jugándome la Vida en esta vía. Así pertenezco a una elite y, además, como escalo mejor que tú tengo derecho a decirte como debes equipar las vías...
Somos partidarios de respetar a esos aperturistas si ellos se sienten en conciencia bien con su trabajo de apertura/equipación. Nosotros no los vamos a juzgar. Los hechos y los escaladores lo harán. Pero pienso que el hecho de publicar la apertura o equipación de una vía debería ir acompañada de una información veraz de sus riesgos (accidentes o lesiones potenciales con la longitud de las caídas, posibles fallos al colocar las protecciones, etc) Y como añadido debería contemplarse la posibilidad de un tipo de “seguros de accidente” de precio flexible en función de la modalidad de escalada, valorando los riesgos de cada ruta. No es lo mismo un seguro de accidente para hacer vías deportivas en Ramales que otro para escalar vías en Picos de Europa del estilo, por poner un ejemplo bien conocido de alto riesgo asumido, de las Placas Grises.
Para detalles de nuestro talante abierto a la hora de concebir la escalada puede leerse el artículo “Etica” en el blog de Zigal http://zigalfree.blogspot.com/ blog en el que hay información actualizada acerca de las vías de esta pared.
ACERCA DE LA JORNADA DE PESAGUERO: ESCALADA EN CANTABRIA Y CONSERVACIÓN DE ¿LA NATURALEZA? (sábado 4 de junio 2011)
Según reza en la convocatoria de la jornada parece que la federación (FCDME) relaciona la ética de la escalada y la conservación de la Naturaleza:
“El objetivo es, informar sobre la situación actual de la ética y la conservación de la naturaleza en la escalada, ofreciendo la oportunidad de expresar su opinión a todos los colectivos implicados e intentar llegar a un acuerdo...”
“ ...se abrirá una mesa de debate, a fin de llegar a un acuerdo de buenas prácticas en la escalada, con respeto a la buena tradición heredada, la historia de la escalada en Cantabria, y a la conservación de la naturaleza.” (la conservación va en tercer lugar)
Es importante destacar que desde el principio hay confusión -premeditada o inconsciente- entre conservación de la Naturaleza y ética de la escalada (es decir: forma de equipar/abrir una vía, tipo de seguros, distanciados, etc). En uno de los carteles anunciadores puestos en la web de la FCDME se llega a confundir, en un posible lapsus, ambos conceptos (ver archivo adjunto)
La Jornada tuvo una parte positiva constituida por las ponencias de varias expertos:
1º) Una ponencia de Geología centrada en el roquedo de las montañas de Cantabria y en los fenómenos que se observan (lapiaces, morrenas, glaciares fósiles, etc) Fue muy interesante a nivel informativo pero poco relevante para la conservación del medio en relación a la escalada.
2º) Una ponencia sobre Botánica de montaña y en especial de Cantabria, incluyendo todas las altitudes. Plantas especialmente amenazadas y sobre todo las rupícolas, es decir aquellas a las que les gustan las fisuras, huecos y repisas de las paredes rocosas. Como conclusión comentar que en las paredes hay plantas a proteger y no solo pájaros. Y que en esos casos se deben eludir las fisuras, repisas o huecos en donde se desarrollan. Es necesaria una labor de concienciación y divulgación.
3º) Una ponencia sobre Rapaces Protegidas que anidan en paredes rocosas. La ponencia fue muy interesante y el experto que la dio mostró que la situación de las distintas rapaces es muy diferente. Por ejemplo el buitre leonado, especie protegida, no tiene ningún problema de conservación en la actualidad, algunos tipos de halcón muestran tolerancia a la presencia humana, anidando en ciudades, mientras que el alimoche y el águila eluden su presencia humana y se debe guardar distancia a las vías de escalada. Importante el dato de que la lista oficial de especies protegidas es poco flexible y ésto hace que una especie en avance neto, como el buitre leonado, todavía siga en la lista. El experto concluyó diciendo que la prohibición general no tiene sentido, que solo para algunas especies y en determinadas épocas, sría necesario guardar una distancia adecuada entre vías/actividad humana y punto de anidamiento. O sea en ciertas épocas del año y en ciertas zonas o vías, no se debería escalar.
4º) Una ponencia sobre la regulación de la escalada en Vizcaya. Fue sumamente interesante, ya que mostró como se ha llevado el proceso, desde la base a la cima, para elaborar una regulación consensuada, equilibrada, ecuánime y eficaz. Esto no es nada fácil, dada la cantidad de colectivos y la gran disparidad de intereses. Para ello, en Vizcaya, la Administración contrató a un consultor, que estudió todas las zonas de escalada de Vizcaya en relación a las especies protegidas, confeccionando un inventario completo de zonas de anidamiento, etc. Además tuvo en cuenta la legislación vigente, las opiniones de los distintos colectivos: guardas, escaladores, equipadores, aperturistas, clubes, etc y con todo ello (esta tarea llevo bastante tiempo, más de un año) elaboró una propuesta a la Administración, de la cual finalmente emanó una regulación consensuada. Actualmente esa regulación ya está en vigor y ahora se está haciendo una labor de señalización, información y concienciación. Buen trabajo. Sería un buen ejemplo a seguir si se quiere realizar con seriedad esa tarea.
5º) Una ponencia del Guarda Rural asignado a la zona de Pesaguero, en la que explicó las actuaciones realizadas en relación a la escalada en la Peña Cigal y alrededores. El ponente argumentó sobre la singularidad de la Peña Cigal afirmando que era la única zona de anidamiento viable en toda la ZEPA Liébana dado que todas las demás peñas no tenían cara sur o cara norte. También argumentó sobre la presencia de todas las especies de rapaces protegidas. Sin embargo no presentó pruebas fundadas y sólidas para sus afirmaciones (de hecho se contradijo con algunas de sus afirmaciones verbales anteriores había afirmado la sola presencia actual en Peña Cigal del buitre leonado y del alimoche) En general toda la ponencia se caracterizó por su imprecisión, tratando de hacer creer al público presente que algunos fracasos en los anidamientos de años anteriores (alimoche y buitre) podrían haber sido consecuencia de actuaciones de los escaladores, sin presentar en ningún momento pruebas o estudios serios que respaldasen sus subjetivas apreciaciones. Afirmaciones acerca de la geomorfología de las peñas, la posición y existencia y ubicación de los nidos o la temporalidad e intencionalidad de ciertas actuaciones quedaron sin ningún aporte documental sólido.
A partir de este momento la FCDME intentó llevar adelante una “mesa de debate” para sacar un MANIFIESTO CÁNTABRO sobre la escalada y la conservación de la Naturaleza en Cantabria. De repente se dejó de hablar de “Conservación de la Naturaleza” para hablar exclusivamente del “estilo de equipación” de las vías. Por lo que pude ver en la proyección -solo se atrevieron a mantenerla unos instantes- el MANIFIESTO contenía varios puntos acerca de cómo debe equiparse según las zonas. Una cortísima intervención de un joven escalador marcó la senda: ¿por qué se permite equipar vías deportivas por donde, en el futuro, se podría abrir una vía en estilo limpio? Tendenciosamente la cuestión se centró sobre Cigal y no sobre Picos, el Agero o Cantabria en general. A una pregunta sobre la equipación de vías Sergio Vidal respondió que Cigal es una “zona singular”, refiriéndose a que solo deberían abrirse en sus paredes vías limpias. Sin embargo no pareció importarle que en la ZEPA la Hermida hubiesen vías y escuelas de todo tipo sin ningún tipo de regulación. La situación se puso muy tensa a raíz de mis intervenciones. Todo hace suponer que la Jornada estaba enfocada a sacar una declaración sobre Cigal utilizando a los ponentes y sus ponencias como una mera excusa para llegar al único punto que le interesaba al vocal de escalada: la restricciones en el estilo de equipación de las vías de en Cigal, olvidándose por completo de uno de los temas claves de la jornada, que era la conservación de la naturaleza.
Como consecuencia de este abuso me parece una obligación denunciar tres puntos esenciales ante el más amplio colectivo de escaladores al que pueda llegar mi mensaje:
1º) Independientemente del contenido del MANIFIESTO, la manera de conseguir darle respaldo es profundamente autoritaria y despreciativa con el colectivo de escaladores. Aun en el caso, que no es cierto, de que la mayoría opinase como Sergio Vidal, antes de dar alas a un documento de tal calibre, que estaría encaminado a servir de referencia a la Administración para una Regulación de la escalada, lo menos que podría hacer la FCDME es consultar escrupulosamente a ese colectivo de escaladores sobre el contenido de ese MANIFIESTO CÁNTABRO. Muy al contrario, parece que se ha intentado ocultar la JORNADA en el rincón más recóndito de Cantabria y en una fecha (sábado) y momento (Junio) en el que la mayoría prefiere disfrutar de la Naturaleza y de la escalada. Sábado y con buen tiempo en Pesaguero, lo que supone desde Santander casi dos horas de coche. Por supuesto los amigos de Sergio Vidal si que estaban allí para apoyarle.
2º) La FCDM y especialmente su vocal de escalada con su actitud tendenciosa (mezclando la conservación de la naturaleza con el estilo de equipamiento) no es representativa de la mayoría del colectivo de escaladores. Y este asunto dado que se supone que dichos órganos deberían sostener y facilitar el desarrollo y disfrute de los deportes de Montaña y Escalada apoyando al colectivo de escaladores en los problemas que pudieran surgir. Sin embargo ahora su papel esta siendo justo el opuesto. En vez de resolver problemas los están creando.
3º) Finalmente tengo que decir que el vocal de escalada de la FCDM -Sergio Vidal- está muy interesado en abrir vías Peña Cigal. Casualmente ya ha abierto varias, junto con algún compañero, en la arista y en las agujas de Cigal. Le interesa, por tanto, tener vía libre en esa pared. Me sorprende la distinta vara de medir que intenta aplicar y no puedo dejar de pensar que es parte interesada en el asunto que está tratando.
En resumen: autoritaria, tendenciosa e interesada. Así veo a la FCDM y singularmente a su vocal de escalada.
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