Sábado 4 de octubre de 2003, por (Fecha de redacción anterior: 1ro de de 1998).
La prevención en espeleología tiene como objetivo prevenir los accidentes, pero también los incidentes y los sucesos incluso leves que perturban el buen desarrollo de una salida espeleológica.
La regla general que conduce al desarrollo óptimo de una salida, es la correlación entre los objetivos técnicos y físicos de la exploración, y las capacidades de todos los participantes. La formación y la información permiten aumentar las capacidades de los participantes.
Así, prevenir no significa preverlo todo, sino tener una respuesta eficaz a cualquier problema. Esta respuesta pide una formación adecuada, conocimientos y a menudo material. No podemos describir aquí todos los problemas que pueden presentarse; por lo que nos interesaremos principalmente en las reglas de organización general que permitan el buen desarrollo de una salida, posteriormente la conducta a seguir en caso de accidente con el fin de permitir al accidentado salir en el plazo más breve y en las mejores condiciones.
1. La prevención en espeleología
1.1. La organización de una salida
"Organización", el término es importante. La organización previa a una exploración es tan larga y completa como la salida es de un nivel técnico y físico importante. La organización se complica también cuando no conocemos, o poco, el karst donde practicamos la espeleología.
Con la misma intención, es útil que una persona que se queda en el exterior sepa donde estáis, a que hora ella debe iniciar una alerta si no habéis vuelto, y como (112 + petición de hablar con el Espeleosocorro). Atención, indicad correctamente una hora de alarma y respetadla en vuestras exploraciones (llevar un reloj), para evitar las falsas alertas.
También debemos escoger el material adecuado. Dos ejemplos pueden ser, en este caso, significativos. ¿Cuantos debutantes se agotan en remontadas laboriosas porque su material no está bien regulado (pedal, arnés,...)? En fin, ¿cuantos de entre nosotros no hemos cogido una "pájara" teniendo demasiado calor bajo un mono de plástico en una cavidad seca, o al contrario, temblando sin camiseta suplementaria o pasamontañas de fibra por esperar en una sima fría?
En fin, en lo que concierne al material, debemos remarcar que es indispensable tener una iluminación eléctrica en buen estado de funcionamiento.
Tienda de supervivencia o pequeño "punto caliente"
Publicado en "Lumière Noire", Bulletin spéléologique d’Ile de France, 1985
Con varias mantas térmicas podemos construir "puntos calientes" más espaciosos, cuando el grupo es numeroso. Siempre es más agradable y confortable construir un "punto caliente" que quedarse cada uno aislado con el método de la "tortuga".
También debemos poder paliar una perdida de material personal, conociendo las técnicas y llevando el material necesario para remplazar un descensor, un puño, etc.
Para una exploración larga, prever igualmente carburo y comida suplementaria, además del consumo previsto. En visitas clásicas es útil llevar una bolsa de equipar, algunos anclajes y pequeñas cuerdas suplementarias para complementar el equipamiento, y estar seguro de alcanzar el objetivo.
Para aumentar sus capacidades, el entrenamiento es primordial. Pero también podemos cuidar nuestra condición física antes y durante una salida de envergadura. Primero hay que respetar los ciclos de vida habituales; evitando decalar en el tiempo los horarios de las comidas. También podemos cuidar la alimentación antes y durante la exploración. Podemos retener algunas grandes reglas de la alimentación: cena de la víspera y desayuno abundante; bajo tierra, comer a menudo pero nunca en grandes cantidades, y sobre todo beber muy a menudo; privilegiando los glúcidos lentos y las fibras (pastas, pan), pero llevar también azúcares rápidos (chocolate, pastas de frutos). Hay que repartir los alimentos y el carburo entre tantos petates como equipos habrá bajo tierra; y no ponerlos encima de las cuerdas de instalación...
1.2. Las aproximaciones o la prospección
Muchos accidentes o incidentes ocurren durante las aproximaciones y sobre todo en el retorno. Según practiquemos la espeleología o la prospección en un medio más o menos accidentado, las reglas de seguridad son, por supuesto, diferentes. Pero algunas aproximaciones o prospecciones son autenticas actividades de alpinismo, incluso escalada. En esos casos se trata de conocer las reglas de seguridad que no pueden ser correctamente tratadas aquí, ya que el tema es demasiado extenso.
Notar que en caso de tormenta o de rayos, la peor de las ideas consiste en protegerse de la lluvia en la entrada de la cavidad o incluso en la base del primer o segundo pozos. Las fisuras y las cavidades conducen excepcionalmente bien los rayos.
En cualquier caso, sobre nieve y fuera de las pistas balizadas, el método de desplazamiento más simple y menos técnico sigue siendo el uso de raquetas de nieve. Pero estas no permiten subir pendientes importantes. Con las raquetas, hay que prever un piolet, una pala de nieve por persona, una sonda (hay bastones que se transforman en sonda) y por lo menos dos ARVA por equipo. También hay que tener ropa adaptada a la montaña, en ningún caso la misma que habéis llevado bajo tierra (las botas de agua con raquetas, es la mejor solución para complicarse y no tener ninguna sujeción durante la marcha; en cuanto al mono interior mojado... brrr).
Entonces es necesario conocer las reglas de conducta a seguir en caso de avalancha e informarse de las condiciones del manto de nieve, y la metereología en general (situación de las placas de viento, caídas recientes de nieve y orientación del viento, riesgo global...). Si nunca habéis oído hablar de las placas de viento, es mejor evitar las aproximaciones fuera de las pistas balizadas, ya que los riesgos generados por la nieve son muy importantes y piden una auténtica formación, posiblemente más compleja que la de espeleología en si misma.
1.3. Bajo tierra
Sea cual sea la salida prevista, la mejor prevención de los accidentes y de los incidentes en espeleología es evidentemente saber renunciar a partir del momento en que encontramos un problema al que la respuesta es dificultosa, incierta. Esta actitud es tanto más difícil de aplicar, cuanto la salida es importante y ha sido preparada durante largo tiempo. Es a menudo en este último caso que se cometen las imprudencias, ya que es delicado renunciar a un objetivo que deseamos intensamente.
Recordemos también que es importante para la seguridad bajo tierra, sea con o sin los aparatos, de esperarse, es decir quedarse por lo menos en grupos de 2 espeleólogos, especialmente en lo que concierne a los últimos del equipo; no dejar nunca solo a nadie el último.
También hay que estar siempre vigilante sobre el estado de fatiga de un compañero. Si descubrimos signos de fatiga importante en algún miembro del grupo (dificultad al progresar, frío intenso, gran nerviosismo o al contrario, apatía), hay que detenerse imperativamente. De hecho, la línea de conducta es, en un primer tiempo reposar, calentar, rehidratar y alimentar la o las personas que están fatigadas o agotadas, y no pretender hacerlas salir incluyo ayudándolas. Debemos instalar un pequeño "punto caliente", separado del agua y de las corrientes de aire, en el cual el o los espeleólogos podrán descansar, alimentarse y beber. Lo mejor, cuando es posible, es comer caliente (sopa, te azucarado). Intentar hacer auténtica comida y no dar únicamente azucares rápidos ("Mars", pastas de frutas...). Solo después de haber tomado estas medidas se podrá pretender, si su estado ha mejorado, continuar lentamente hacia la salida.
También la llegada de una crecida puede poner grandes problemas; muchos accidentes fatales se han producido mientras unos espeleólogos intentaban remontar contra la crecida. Siempre debemos juzgar atentamente la potencia del agua, especialmente en los pozos donde una cascada, incluso pequeña, puede complicar la progresión de un modo importante. Si juzgamos que hay el mínimo riesgo, es mejor detenerse al abrigo (o descender algunos pozos para buscar un lugar mas seco) y construir una tienda de supervivencia. En cualquier caso, es mejor detenerse cuando posiblemente podríamos haber subido, que intentar un ascenso arriesgado. Si escogemos remontar un pozo regado con el material, hay que prever la posibilidad de soltar el petate; por lo tanto debemos llevarlo con un mosquetón que se abra fácilmente. También hay que llevar los petates al revés para que no se llenen de agua, y seguirse de muy cerca. Hay que ser especialmente vigilante sobre el estado de las instalaciones que pueden haber sido estropeadas por el agua, y no dudar por lo tanto en utilizar la iluminación eléctrica para verificar el estado de la cuerda y de los anclajes por encima nuestro. En ese caso, atención a las desviaciones que permiten que la cuerda libre y balanceada por la corriente de aire, se pueda enganchar en los picos de roca.
En fin, un caso especial es la presencia de gases y la falta de oxigeno bajo tierra. Algunas regiones karsticas son más propensas que otras, y este fenómeno (habitualmente se trata de C02) es difícil de detectar a veces. Los gases pueden tener un origen natural, pero también pueden ser debidos a trabajos de desobstrucción con explosivos o al uso de motores de combustión (un taladro de gasolina, un grupo electrógeno...). Las primeras sensaciones son a menudo de ahogo y una fatiga anormal que tenemos tendencia a pensar que es debida a una mala forma física. El mal funcionamiento del carburero (llama pequeña y muy amarilla) o el apagado rápido de cigarros encendidos son también factores alarmantes. Los dolores de cabeza habitualmente llegan en un segundo tiempo. En todos los casos, la única solución es regresar y no exponerse, incluso si creemos estar capacitados: los riesgos son muy importantes y las consecuencias de la exposición son imposibles de prever con exactitud.
1.3.1. Seguridad técnica relacionada con el uso de los aparatos
La utilización de los aparatos en espeleología es realmente lo que requiere más interés en nuestra comunidad. No vamos a repetir aquí el manual técnico de la Escuela de Espeleología, al que podemos consultar, especialmente sobre la progresión y el equipamiento.
A propósito de la progresión con aparatos, insistimos en el peligro de los equipamientos en fijo (escalas, cables, cuerdas...) de los cuales no conocemos ni la edad ni el estado. A menudo son la causa de accidentes graves y hay que ser especialmente prudente en cuanto a su utilización. La solución mas sabia sigue siendo no usarlos o de asegurarse sistemáticamente con una cuerda.
En fin, es primordial conocer y practicar las maniobras de autosocorro de un compañero en todas las etapas de los equipamientos (pozos, pasamanos, tirolinas...).
También es necesario respetar las reglas de equipamiento en cualquier circunstancia. Por reglas de equipamiento, hay que entender las que están ligadas a la seguridad, pero también las ligadas al confort de la progresión para evitar la fatiga y eventualmente las inmovilizaciones. En este ar4tículo no podemos revisar todas las reglas que son tratadas en el manual técnico de la Escuela de Espeleología, pero podemos recordar las principales:
1.3.2. Seguridad relacionada con la progresión sin aparatos
Pensamos mas fácilmente en los riesgos generados por el uso de la cuerda que en la progresión sin aparatos. Sin embargo, se producen dos veces mas accidentes durante la progresión sin aparatos que en el curso de la utilización de las cuerdas. Conviene pues ser especialmente prudente. Entre los principales riesgos, citaremos:
En travesías, las perdidas tienen a menudo consecuencias desagradables. También son irremediables a partir del momento en que hemos hecho un rappel en un tramo equivocado de la cavidad. Las salidas para hacer travesías son pues mucho más delicadas de organizar que las visitas o las exploraciones tradicionales. La aparente facilidad de las travesías esconde de hecho el compromiso de esta práctica. Evidentemente hay que conocer perfectamente las técnicas de rappel. También hay que estar seguro al cien por cien de que alguien, o mejor varias personas, conocen perfectamente el camino, o que ese camino es simple o bien balizado. En caso de duda, no titubear en dejar un pozo equipado para ir a verificar mas lejos y volver a desequipar si la continuación esta confirmada.
2. Accidente e incidente. Conducta a seguir
Las causas de los accidentes y los incidentes son demasiado variadas como para que podamos hacer una lista exhaustiva en este artículo. De todos modos podemos anotar las principales, como las caídas, las caídas de piedras, las crecidas, los agotamientos, las perdidas, los bloqueos, los ahogamientos (especialmente en buceo, pero no exclusivamente) o los hundimientos. Dada la diversidad de las causas y de las consecuencias medicas, las respuestas y las reacciones serán múltiples.
Ante todo hay que conservar la calma al máximo, en el momento del accidente o del incidente, pero también después. La precipitación que os puede hacer ganar algunos minutos al dar la alerta puede también hacer perder horas por el olvido de una información o de un gesto. Los comportamientos de urgencia son competencia del equipo de espeleólogos presentes, y si hay un punto vital a preservar, son las personas que podrán garantizarlo.
2.1. Bloqueos
Cuando un equipo entero está bloqueado (crecida, pérdida), necesariamente hay que organizar la espera en las mejores condiciones posibles. Primero hay que buscar el lugar donde podremos, protegidos del agua y de las corrientes de aire, construir un "punto caliente". Es mejor construir un gran "punto caliente" que hacer "tortugas" en las cuales tenemos problemas para descansar, calentarse, comunicarse con los otros y alimentarse. Pensar en aislarse al máximo del suelo. No olvidar que es mejor ponerse dentro de un "punto caliente" sin el mono exterior, ya que éste impide secarse, y no sirve de nada conservar puesto el arnés para esperar sentado durante horas. No olvidar alimentarse y beber (caliente) regularmente así como darse un paseo para desentumecer las piernas y orinar.
2.2. Heridas o incapacidad para progresar por sus propios medios
Es difícil establecer unas reglas precisas en materia de conducta a seguir en caso de accidente ya que la diversidad de situaciones hace que, bajo tierra, los espeleólogos presentes sean los únicos jueces en la materia: el éxito de la empresa depende de la calidad y el sentido común de su juicio y de sus acciones.
De todos modos podemos entrever las fases en la reacción de los compañeros del accidentado; son las del balance que conduce a la decisión de dejar al herido en espera o ayudarle a remontar, y si hay espera, la alerta. Bajo este punto de vista nos damos cuenta que la alerta es la ultima de las acciones ejecutadas, y que ella debes ser precedida de un serio balance y de la instalación del herido lo mas confortable posible.
Pero en el caso particular de una herido sobre cuerda, a veces hay que liberarlo, antes de hacer un autentico balance. Hay que conocer pues las técnicas de rescate sobre cuerda y no olvidarse que la maniobra debe ser rápida y eficaz, pero no traumatizante para la victima. La rapidez al liberar una persona inconsciente es importante; pero no hay que olvidar que lo mas importante es el éxito de la maniobra y sobre todo la rapidez con la que llegaremos al nivel del herido, para ponerle los pies en su(s) pedale(s) y mantenerle la cabeza incorporada, antes de liberarlo.
Sean cuales sean vuestros conocimientos, no sirve de nada liberar un compañero en algunos segundos si os tomáis diez minutos antes de reaccionar: por lo tanto durante la subida de un compañero fatigado delante vuestro, debéis observarlo, hablarle, y reaccionar sin retraso si no se mueve y no responde.
2.2.1. El balance
Debe poder ser hecho rápidamente, sobre todo en el caso de que el accidentado corra el riesgo de sufrir un nuevo accidente y debe ser desplazado rápidamente. La calidad del balance depende de la formación en socorrismo de los espeleólogos presentes. Al menos debemos ponernos y anotar las respuestas a las cinco preguntas del SAMU:
El herido: |
Algunas lesiones como los problemas respiratorios o circulatorios piden evidentemente una respuesta inmediata, y por lo tanto un mínimo de conocimientos en socorrismo. Intentad seguir un curso de formación en socorrismo, que no necesita muchas horas, y esta asegurado por diversos servicios especializados en todas las comunidades (Bomberos, Cruz Roja, Protección Civil).
A partir de un balance rápido, pero serio, podremos decidir ya sea ayudar al herido a remontar por sus propios medios, ya sea ponerlo en situación de espera y salir para dar la alerta.
2.2.2. Ayuda para remontar
Es una operación que solo puede ser realizada con la completa aprobación del herido, ya que su motivación es uno de los factores de éxito.
También hay que conocer las técnicas (contrapeso), ayuda en pasamanos y poder ser eficaz en esas manipulaciones. También es necesario que los obstáculos a franquear no sean demasiado difíciles para el accidentado. En fin, hay que vigilar el confort del herido durante esas maniobras (pies en el pedal, arnés de pecho ajustado...) y no dudar en hacer paradas para descansar, comer, calentarse, beber.
2.2.3. Puesta en espera de una victima
Hay que construir un "punto caliente" o tienda de supervivencia en un lugar resguardado para facilitarle al herido la espera. También habrá que instalarlo dentro del "punto caliente", sin arnés, sin mono y si es posible, dejar alguien cerca para hablar y reconfortar a la victima. Mantener la moral de un herido es tan primordial para su supervivencia como alimentarlo, hacerle beber y orinar regularmente.
En el caso de un herido inconsciente, habrá que ponerlo en la P.L .S. (Posición Lateral de Seguridad). No olvidéis que una persona inconsciente puede oíros hablar. En fin, no hay que dejarla sola ya que si ella recobra el conocimiento, se arriesga a un choque síquico muy grave; el problema puede ser serio si solo somos dos bajo tierra: ¿hay que salir para dar la alerta o quedarse cerca del herido? Os dejo escoger... No obstante, si hemos tomado la precaución de informar a una persona en el exterior sobre el lugar, los horarios y la conducta a seguir para alertar al socorro, la elección será más fácil.
En caso de golpe o caída, pero sobre todo en caso de dolor en la espalda, hay que sospechar una lesión de la columna vertebral. Los desplazamientos de la victima deben ser realizados con un máximo de precauciones para mantener el alineamiento de las vértebras. Si somos suficientes (tres), podemos levantarlo manteniendo el eje cuello-tronco cogiendo los talones, la parte alta del cuello y los hombros, y los riñones. Pero si uno esta solo, la maniobra es mas delicada: es posible cogiendo la victima bajo las axilas y calzando bien su cabeza contra vuestra mejilla para dejarla en el suelo retrocediendo. Estos desplazamientos delicados deben realizarse solo si hay un riesgo de sobreaccidente o si la situación de espera es demasiado inconfortable (cascada, fuerte corriente de aire, suelo caótico imposible de aplanar...). Recordemos que es mejor tomar un riesgo para la columna vertebral que dejar morir a un accidentado, o más cruelmente, que es mejor estar sobre una silla de ruedas que muerto.
2.2.4. La alerta
Provistos de un balance serio y una vez que la victima esta instalada (o antes si algunas personas competentes pueden quedarse para instalarla), debemos salir para alertar el Espeleosocorro. Es mejor, si es posible, remontar dos para mayor seguridad y no hay que salir alocadamente (para evitar otro nuevo accidente). Si la cavidad es poco conocida y sobre todo si su topografía no es conocida, habrá que memorizar o mejor, anotar las informaciones técnicas como la altura de los pozos, presencia de pasos estrechos...
La alerta debe darse a un responsable del Espeleosocorro pero puede ser difícil de localizar directamente. Podéis acudir al Centro de Atención de Emergencias (112, numero gratuito) y pedir que un responsable del Espeleosocorro os vuelva a llamar. Entonces habrá que darle las informaciones recogidas aplicándose en no olvidar nada (parking, acceso, obstáculos, estado del herido, numero de personas presentes bajo tierra). Quedarse cerca del teléfono desde el que habéis dado la alerta con el fin de poder dar mas informaciones al Espeleosocorro o al medico.
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