05 abril 2017

1 de abril, vuelta al barro

Esa ventana ya está mirada…no siempre hay que fiarse de esas palabras. Y eso es lo que pudieron comprobar el otro sábado Manu y Josean.

Aunque siempre pasemos por el mismo camino una y otra vez hay cosas que se nos escapan, creemos que hay que avanzar metros y explorar lo más lejos posible de la entrada porque es donde habrá más incógnitas, pero no. En este caso la incógnita estaba a 15 minutos de la entrada de Sel del Haya. Así que me animé a continuar con los trabajos que dejaron a medias Manu y Josean hace unos días.

1 de Abril de 2017, hay que señalar bien esta fecha en el calendario porque es el día que volví a la espeleo! El día comenzó a las 8 de la mañana, al menos para mí, habíamos quedado a las 10 en los Abetos Manu, Pelos, Miguel, Nacho y yo. Como algo excepcional y único, Pelos y yo llegamos con media hora de antelación y tras reunirnos todos y después del 2º o 3º desayuno para algunos, nos dirigimos al local. Preparación de material, repartición y en marcha! A las 12 de la mañana, con más pachorra que entusiasmo, entramos por Sel del Haya…

Como bien nos dijeron Manu y Josean a los 15-20 min de la entrada y junto al camino encontramos la instalación que habían dejado nuestros compañeros. Tras buscar un paso más fácil y evitar la cuerda, llegamos al mismo punto por el que habían accedido ellos.

Nacho, Pelos y yo nos pusimos a topografiar ese nuevo camino mientras Miguel y Manu desinstalaban la cuerda que ya no hacía falta. Una vez reunidos con Miguel y Manu, subir un pozo de 10 y muuuuucho barro llegamos al pozo que había que instalar. De esta tarea se encargaron Nacho y Miguel (y menos mal…) y Manu, Pelos y yo fuimos a buscar el otro pozo que había que instalar.


A algunos ya se nos había olvidado la cantidad de barro de Udías, y otros están mal acostumbrados al poco barro del Porracolina, a lo bueno siempre se acostumbra uno!

Pelos instaló el Pozo para bajar unos pocos metros y darse cuenta de que conectaba un poco más allá con una galería ya explorada, había que topografiarlo pero se decidió dejarlo para otro momento y mirar cómo iban nuestros compañeros. Comimos y cuando subieron del pozo que estaban instalando Nacho y Miguel parecía que hubieran hecho una pelea en el barro…




Ese pozo conecta con un montón de galerías, cruzadas por una diaclasa en algún punto, algunas de ellas estrechas y cubiertas de barro, otras más grandes, pero todas ellas nuevas y que deben ser topografiadas. Según sus palabras: ahí hay trabajo para rato. Decidimos dejar el pozo instalado para volver otro día mentalizados de chupar barro y ponernos a explorar esa zona.


Desinstalamos el otro pozo que bajó Pelos y con la misma nos marchamos para afuera. Manu y Pelos se quedaron por el camino dejando una cuerda donde conectaría ese pozo ya desinstalado y mientras Nacho, Miguel y yo haciendo porra de la hora de salida nos marchamos, no sin antes recoger una gran cantidad de bolsas de basura que algún/a simpático/a visitante había dejado, regando así de basura el camino de la mina… hay que dejar algo muy claro: QUEREMOS LAS CUEVAS LIMPIAS Y QUE LOS VISITANTES O TURISTAS SEAN RESPETUOSOS CON ESTE MEDIO TAN FRÁGIL. Recogimos casi una docena de bolsas de basura del camino, cuya utilidad no teníamos clara… Esperemos que sea la última vez que veamos en esas condiciones la cueva. No queremos recoger la basura de nadie.




Una vez en la calle a Pelos y Manu se les ocurrió mirar una pequeña torca cerca de la entrada, de esas cosas que tienes tan a mano que nunca te paras a mirar, como la ventana que miramos hoy, por ejemplo. Y para las 21:00 ya nos encontrábamos en Bustablao, tomando esa ansiada cerveza y cenando como tan bien lo hacemos en ese pueblo que nos mima tanto.

I´ll back!   Jara

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