23 octubre 2014

CONSTANCIA Manu Alonso 18-X-14



Habiendo estado en Cobijón unas semanas antes con Fonso y Marta; intentando balizar y que por motivos técnicos no pudimos rematar la faena. Este sábado hemos ido otra vez Marta, Jose Antonio y yo para retomar la tarea.
Marta por asuntos familiares propuso quedar a una hora madrugadora, no es algo que me entusiasme, pero bueno la vida es un tira y afloja. Ubicados los vehículos al lado de la carretera, nos pertrechamos y dirigimos a la entrada natural de la cueva de Udías.

Recorrimos un sinuoso pasamanos con pendulitos incluidos que nos deja ya en una parte caminable del  Subia, siempre y cuando no haya fuertes lluvias que provoquen crecidas en el río.
Accedimos a la galería Chechu, aquí la dimensión del espacio aumenta notablemente, empezamos a balizar desde el principio conectando con lo ya medio balizado, para tratar de proteger las formaciones y los suelos concrecionados del sector inicial de dicha galería. Esperemos que los futuros visitantes lo respeten.



Nuestra fotógrafa nos utilizó de modelos y cuando no ella nos sustituía, resulta laborioso esto de hacer fotos en una cueva y nuestros medios no son precisamente profesionales. Y haciendo lo que buenamente pudimos, seguimos un rastro de hitos que nos conducen a la galería Las Columnas, donde repetimos la misma labor con la diferencia de hacer un intermedio para zampar unos bocadillos.





Un componente de nuestro dilatado grupo parecía quedarse sin batería lumínica, lo que nos hizo tomar la decisión de retornar a la salida. Hicimos una circular más corta de lo que yo esperaba, seguimos haciendo fotos por el camino y por el río intentamos localizar un tritón que vi la última vez que entré, pero el resultado fue infructuoso.

 





En la salida el sofocante viento sur hizo que nos cambiáramos ”deprisa” para finalmente tomar un refrigerio en el bar del pueblo La Virgen . Estuvimos observando las fotos en la cámara y comentando lo que nos queda por hacer allí dentro. Mis compañer@s no disponían de más tiempo y regresamos a nuestros respectivos hogares.

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